Y seguimos...

Un opíparo cocidito, regado con vinito de la casa; Tarta de queso de postre y licorcitos varios, nos hacen ponernos a tono y sobre todo sentir cierta desidia a la hora de levantarnos de la mesa.


 

¡¡Y no hay más remedio!!

El párroco de San Cebrián de Mazote ha quedado con nosotros a las 17 h, para poder ver el interior de la Iglesia.




Una vez allí, una "miembro de la resistencia" intenta contarnos algo sobre esta joya del Mozárabe, datada en el siglo X, aunque modificada y restaurada después, en varias ocasiones.

La Iglesia formaba parte de un antiguo Monasterio, del que tenemos noticias por el cartulario de San Martín de Castañeda (Monasterio en el Bierzo) al que parece llegaron unos monjes desde S. Cebrián.

Es la Iglesia Mozárabe de mayor tamaño que ha llegado a nosotros, y es un claro eclecticismo del arte visigodo conservado en época mozárabe.

En la Iglesia, construida en mampuesto, con grandes piedras de sillería en las esquinas del edificio, destacan una serie de contrafuertes de tipo asturiano en los ábsides laterales y en los costados del transepto.


De planta basilical, posee tres naves, de mayor anchura la del centro y mas alta que las laterales, sobre las que se abren cuatro ventanas en arco de herradura a cada lado, que permiten el paso de luz a la nave central.


De cabecera triple y plana en la que sobresale el ábside central, con dos absides idénticos que se corresponden con las naves laterales.


Las naves estan separadas por altas arquerías soportadas por columnas de mármol sobre basas (posiblemente reutilizadas) terminadasd en magníficos capiteles (algunos de epoca tardorromana).


Sobre la intersección del crucero con la nave central se levanta un alto cimborrio, cuyos muros se soportan sobre los grandes arcos de herradura que forman el cuadrado del transepto.


Excepto la zona basilical cubierta por techo plano de madera, el resto de cobertura es abovedado mediante bóvedas de arista y bóvedas gallonadas.


En San Cebrián de Mazote podemos encontrar elementos paleocristianos, visigodos, asturianos y árabes.

Unos cuantos rezos perdularios nos van a garantizar la buena marcha de la excursión.


Algunos (los que han ido a pasar con nosotros el día desde Madrid) se vuelven a sus casas.

Quiero darles las gracias por "la paliza de kms" que se dieron para compartir con nosotros un día tan frio y pasado por agua.


Mil besos a todos...tened cuidado con el coche y la carretera... volvemos a vernos pronto...

Gracias por venir, de verdad.

Y nosotros... seguimos con la visita cultural.

A unos siete kms de allí está el Monasterio de la Santa Espina.

¡¡Allá vamos!!