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jueves, 11 de julio de 2013

Aqui está el mes de Julio...






¡a ver si se  me ocurre algo que contaros! 









Paciencia que me inspire:


























17 de Julio



Vaaaaleee
Como bien habeis supuesto algunos, estaba jugando al despiste.

Teníamos una sorpresa preparada a Ofes por su cumpleaños.... y ahora me toca contarlo.


Llevabamos un tiempo preparandolo.


De hecho.... en la kedada que hicimos para ver la Exposición de Dalí fue cuando decidimos el día.

El cumpleaños era el dia 7 de Julio, pero algunos estarían en el curso de Mérida.


Por eso, decidimos cambiarlo de domingo (sin saber que el DNI de Ofelia dice que cumple años el dia 14).

Casualidades que tiene la vida.

Para que no ocurriera lo que otras veces y tuvieramos bajas a ultimisima hora, decidimos cobrar la reserva.

El Restaurante es de Ofes y de su socio. 







Si reservas para 15 y nos presentamos 5... ella pierde una mesa de diez.

Y nosotros, una vez mas la paciencia.

Esa fue, la solucción que buscamos para que la gente se tomara en serio las cosas, y la pusimos en práctica.











Convocó Carolina al evento en Facebook y yo lo comenté por e-mail.

He de reconocer que intentaba repartir responsabilidades para no sentirme tan agobiada y resultó.

José Sólo se encargó de la tesoreria (de ahí el sinónimo de Bárcenas que le puso Tuci), y nos iba avisando de quien se apuntaba.


El pobre, recibía transferencias de gente que no conocía (Tuci, Topi, Hathita) o que al menos no conocía por ese nombre.

Aclaradas las cosas y bautizado de nuevo el tesorero (José Bár a partir de ahora) nos quedaba saber cuántos eramos y organizar el tinglado para  los postres.






No sólo pretendíamos darle la sorpresa presentándonos en el Restaurante a comer, sino que queríamos llevar una invitada muy especial.






Alguien que se marchó a vivir al otro lado del charco y de quien ella no había podido despedirse del todo.






Amalia, alias Marimini de todos los oráculos y ándale, ándale.... para mas señas.








Y llegó el ansiado día.



14 de Julio de 2013.
 

Todo estaba planeado.

Mi compañero Juanma había reservado a nombre de "Santiago Amigo" para 7 personas a las 15 h.

Temíamos nos reconociera a cualquiera de nosotros, y él se encargó de ello.

Todo dispuesto el Domingo por la mañana.

Me encuentro un mensaje de Carolina disculpandose por no poder venir a la comida:

¡¡Estaba ingresada en el Hospital de la Princesa, y nos pedía perdón por no poder venir...!!

Pobrecita.

Una "mardita" piedra en la besícula le había dado la noche, y había decidido irse a Urgencias.

Y se quedó ingresada casi una semana...

Mariano se pasó a verla antes de la cita en las Rozas y nos contó cómo iba.

Llegué a la estación de las Rozas a las 13,35 h.
 
Había quedado con José Bár en que me recogía allí.




Y cuando salgo...no le veo...
("Yasstá...ha cumplido su palabra de irse a las Bahamas con el botín" )


Es evidente que no puede haber ido muy lejos con las reservas o sea que le llamo.

He salido por una puerta distinta y el pobre me espera en el aparcamiento... 

con el aire acondicionado puesto (hace mucho calor incluso en las Rozas).... 

y nos vamos para el Quiosco de música donde hemos quedado.

Para ello pasamos con el coche, delante del Restaurante de Ofes.... y nos agachamos para que no nos vea.

Y llegamos al quiosco.

Bajo una sombra estupenda, y con dos cervecitas fresquitas  Martika y Jorge nos hacen señas.

No podían haber elegido mejor sitio.... se está divinamente allí sentado.

Tanto...que a las 15,05 ya todos juntos nos damos cuenta que llegamos tarde...

Y Jorge (al que Ofes no conoce) se adelanta para confirmar que ya llegamos.

Y entonces... Ofes nos ve...

Escondidos bajo la ventana del Restaurante.

Claro.... Mariano que es el mas alto esta el primero y se le ve la cabeza...

Ayssssssss





 No pudimos hacerle la foto, lo sentimos...

Se supone que todo el mundo quería ver la cara que ponía al vernos...

pero metimos la pata y no pudimos hacerla.

Eso si...

Entramos cantando el cumpleaños Feliz para disimular...


Yo creo que fue para vengarse de nosotros...

Aunque la opinión general es que es una persona tremendamente acogedora y generosa...

Pero nos vimos sentados a una mesa llena de comida (riquisima, por cierto) que ella se negaba a cobrarnos y que tuvimos que obligarla a aceptar (con la amenaza de no volver, si no)

No sabría que destacar, aunque he de reconocer que los profiteroles fueron mi perdición.

Y el vino "sangre de Judas", con el que regamos la comida.



Unas berenjenas al horno para chuparse los dedos...

Un pollo al Wiski y nata que Mariano casi no nos deja probar (estaba buenisimo)

Un Carpaccio de Ternera... exquisito (aqui fui yo quien no dejó ni las migas)





Aysssssssss que rico estaba todo....

Brindamos varias veces por la camarera...

a la que obligamos a sentarse con nosotros en cuanto se marcharon los clientes.



Y llegaron los postres...


Y con ellos, Ana Atenea, Anuska y el Ñusko...


Y un portátil bajo el brazo...

Y entonces Ofes nos tienta con un surtido de




postres de pecado (ayssss, que profiteroles me zampé... que chocolate...ayssss)






Un tiramisú de limón y otro de chocolate (que recordareis los que estuvisteis en Burgos hace dos años)

Una tarta de queso que ni probé (estaba demasiado ocupada con los profiteroles)... pero que tenía una pinta extraordinaria...

Ana no se cortó un pelo y se conectó con el portatil... 

entre los cafés y los licores...

...entre los dulces y la sonrisa de Ofes que empezaba a entender qué ocurría.

Nos convenció de ello diciendo:

"Y ahora viene Marimini ¿verdad?"

Y si...

llegó nuestra perdularia misionera del otro lado del charco...

Y no paraba de hablar...

Y de reir.

Y fue cuando quisimos hacernos fotos con ella para compartir el momento con vosotros...

que Jorge se equivocó y nos hizo un pequeño video.




Y de ahí surgió la idea de hacer uno mas largo...






que no sé si podreis ver...
Por el momento ahí teneis ese.

Y en el que Marimini se empeñó en enseñarnos los bailes populares mejicanos, para que vayamos aprendiendo para nuestra visita a las Américas.




Y llegó el momento de irse...

Intentamos ayudar a Ofes a recoger un poco (aunque seguramente estorbamos más que otra cosa) y cerramos el restaurante.

Algunos se marcharon, pero otros (los de siempre) nos quedamos a tomar la última en una terraza cercana.



 
Prometiéndonos lo de siempre...



Utilizar cualquier excusa para vernos y reirnos juntos...
A ver qué se nos ocurre para la próxima.
Yo prometo hacer la crónica de lo que sea...


¡¡Como siempre!!