Hola, soy Brais.
Un yorkshire toy que vive con Esther, la autora de este
blog.
En realidad es ella la que vive conmigo en MI casa, aunque
la paga ella.
Me cuelo en este espacio, harto de que hable de mi a mis
espaldas
¡¡Si hasta me ha dedicado una página que se llama El Rincón
de Brais!!
Menuda cotilla.
Hoy he tomado yo el teclado del ordenador porque quiero
contaros algo...
¡¡Me ha esterilizado!!
En un principio, me pareció bochornoso e incluso humillante
que lo hiciera.
Ahora, dos días después del "asunto", y con 100
gms menos en mi perfecta anatomía canina voy a contaros cómo me encuentro.
Antes de nada, me estuve informando de cómo va a cambiar mi
vida a partir de ahora.... y esto es lo que encontré:
La Esterilización de los
perros
Por: MVZ. Jorge Luis
Maldonado.
En los machos la esterilización se lleva a cabo mediante una
técnica quirúrgica llamada "Orquiectomía", Cuyo objetivo es retirar
por completo ambos testículos. Sin embargo está práctica es poco frecuente ya
que existe el tabú del machismo que se asocia a diferentes falsedades, tales
como:
No va a crecer.
Se va a volver
maricón.
Le van a gustar
los machos.
Se convertirá en
la deshonra de la familia.
Va a dejar de ser
agresivo con los otros perros.
Estos, son sólo algunos de los más comunes, y sin querer
ofender a nadie, recuerden que muchas veces los propietarios traspolan sus
conflictos internos y personales sobre los animales, así que les voy a
explicar:
Los machos no se
van a convertir en afeminados, ni nada por el estilo, simplemente los machos se
van a volver más tranquilos y optarán por una vida más sedentaria; olvidarán
por completo que tienen la extraña necesidad de escaparse de casa, pelear con otros
perros por reproducirse.
Ventajas:
Controlar la
reproducción indiscriminada.
Modificación de
patrones conductuales como: Agresividad, escapes, peleas y disminución de la
agresividad (NOTA: Algunos patrones conductuales no desaparecen al 100% del
perro, es necesario apoyarlos con una educación extra).
Evitar la
aparición de enfermedades como:
Neoplasias
testiculares en animales de edad avanzada.
Orquitis
(inflamación de los testículos).
Hiperplasia
Prostática benigna (crecimiento anormal de la próstata).
Prostatitis
(Inflamación de la próstata por un absceso).
Adenoma
perineal (Cáncer alrededor del ano).
Síndrome de
feminización del macho por tumor de células de Sertoli (esto sólo ocurre en machos
a los cuales sólo les descendió un testículo y el otro quedo en cavidad
abdominal y se atumoró).
Indicaciones:
Animales que
presenten problemas hereditarios tales como: Monorquidismo (presentación de un
solo testículo), o Criptorquidismo (sólo un testículo desciende y el otro
permanece en el abdomen).
Animales que
presentan patrones de conducta alterados.
Darle mejor
calidad de vida a la mascota.
Evitar la
reproducción indiscriminada de los perros.
Desventajas:
Ninguna.
Para terminar, quisiera hacer hincapié en que los
propietarios deben ser responsables de la reproducción de sus mascotas,
tratemos de hacer cultura en la esterilización de las mismas y evitar el
crecimiento de perros callejeros que fueron objeto de abandonos, irresponsabilidad
y negligencia de los seres humanos.
Con esa información recibida me he tranquilizado un poco.
Lo peor fue el día de autos.
La muy… no me dijo nada.
Me pareció extraño que no fuera a trabajar, pero como estos
humanos tienen tantos días festivos no le di importancia.
Empecé a preocuparme cuando me di cuenta que se le había
olvidado darme mi huesito, ese que dice viene bien para limpiarme los dientes.
Como tenía hambre, me fui a mi comedero a tomar algo…. Y no
estaba.
Me lo había escondido.
Ni agua me dejó beber.
Ni agua me dejó beber.
Lo olvidé enseguida, cuando vi a Esther ponerme el arnés
para ir a la calle…
Vi a Quico e Iker.
Incluso Musi me saludó contenta.
Ya no llevaba ese collar tan raro que le pusieron en su
última visita al veterinario.
Estuvimos jugando en el parque.
Como me gusta pasear con ellos y reírme, cuando Iker pierde
la pelota y Charo se vuelve loca buscándola.
O Quico me quita la mía y jugamos a robárnosla…
…Y entonces todos se
marcharon a casa.
A mí, me llevaron a ver a Dalia (mi doctorcita, la que dice
que soy un proyecto de perro) y yo me di cuenta de que pasaba algo.
Me dejaron con Juan y Dalia, Esther y Charo se marcharon.
Me pincharon en una pata y ya no me acuerdo de más.
Me quedé dormido un rato y desperté mareado, dentro de una
jaula y con un aparato infernal cubriéndome la cabeza.
Esther estaba allí y me cogió en brazos.
Vi cómo pasábamos por mi parque, cómo algunos amigos me
saludaban de lejos…
Yo no me enteraba de casi nada.
Aquel artefacto no me dejaba ponerme de pie, y tampoco podía
quitármelo.
Creo que debí clavarme una espina entre las dos patas,
porque me dolía un poco.
Quería moverme, pero aquel aparato infernal no me dejaba
levantar la cabeza.
Y entonces, Esther me lo quitó.
¡¡Cómo la quise entonces!!
Seguía molestándome algo entre las patas, pero un pijamita hortera que me puso Esther, me impedía investigar qué era.
Y así estuve unos días.
Me quitaban el pijama para bajar a la calle y en casa me lo volvían a poner.
Imposible quitarme la espiga que llevaba entre las patas
traseras.
Hoy, me enteré de que no es una espiga.
Es una pequeña cicatriz.
Parece que ya no me volveré loco corriendo tras las
perritas, ni discutiré con otros perros cuando aparezca una chica.
He de reconocer que siempre perdía yo, porque ¡soy tan
bajito!
Tampoco tendré que aguantar las regañinas de Esther cuando
cruzo la carretera solo.
Y encima, me evitaré problemas de salud cuando me haga
mayor.
Vamos que…
Encima voy a tener que darle las gracias a la que vive en mi
casa.
En fin.
Os dejo, que viene Esther y va a pillarme escribiendo esto.
Lametazos a todos.