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ANTIGUOS ( curso Palencia 2012) I




http://otraorillahistoria.foroactivos.net/t4079-cursos-de-verano-en-torno-al-hogar-familia-y-vida-privada-en-la-antiguedad
 

Pues por fín ha llegado el día...

Después de mucho anunciarlo y contarlo... ha llegado el día de marras.

Mañana nos vamos a Aguilar de Campoo, tierra de las galletas.

Allí, "En torno al hogar: familia y vida privada en la antigüedad", es el título del curso que promueve el departamento de Historia Antigua de la Uned.

Organizado por Pilar Fernadez Uriel (con ella, la calidad del temario esta garantizada) y con la logística avanzada de nuestro NOMENCLATOR Expartaco.

Recojo a su Excelencia la Madre Superiora de la Orden de las Perdularias (Bloody la Sanguinaria) en la estación de Chamartín a las 22 h.






Nos subimos al coche y nos vamos raudas y veloces hacia Deir al Calari.

Nos vamos pronto a dormir... ya que mañana a las 8,00 h sale nuestro tren hacia la tierra de las galletas.

Hacia el curso tanto tiempo esperado...

¡¡HASTA MAÑANA!!










JUEVES 20 Septiembre

El tren llega a las 11,30 al pueblo de las galletas.

Hemos salido de Chamartín a las 8,00. Para ello hemos tenido que levantarnos con las gallinas.

¡Pero estamos aquí!

Un sol maravilloso y una temperatura estupenda nos acompaña.

El apartamento que hemos reservado esta cerquita de la plaza de España (uno de los lugares de punto de encuentro de este viaje) y nos disponemos a ocuparlo.

Hemos quedado a las 14,00 con el resto de perdularios, en el café Siglo XX.

Vamos llegando todos y pasamos al Restaurante que se va a convertir en el lugar de avituallamiento habitual

A las 17,00 recibimos una llamad de Pilar Fernandez Uriel que pregunta dónde estamos.

¡¡Empezamos!!

El lugar donde se impartirá el curso es el Monasterio de Santa Maria la Real de Aguilar de Campoo:











El Monasterio de Santa María la Real es una antigua abadía de la orden Premonstratense situada en la localidad de Aguilar de Campoo, provincia de Palencia, comunidad de Castilla y León, España.

Monumento construido a caballo entre los siglos XII y XIII en un estilo de transición del románico al gótico con elementos del arte cisterciense.


Según el relato legendario, carente de cualquier base histórica, esta casa cenobítica fue fundada por Opila, abad del Monasterio de San Miguel de Tablada en las orillas del Ebro,
en algún momento de principios del siglo IX.

Un hermano de Opila llamado Alpidio, encontrándose de caza por las riberas del Pisuerga, descubrió escondidas en el bosque dos pequeñas ermitas visigóticas dedicadas a Santa María y a los apóstoles San Pedro y San Pablo.

En ellas estaban depositadas ciertas reliquias de los titulares y un arcón con una cruz de gruesos maderos encima.

Los hermanos abrieron el arcón y en su interior hallaron una imagen del Santo Cristo (hoy venerada en la Colegiata de San Miguel de Aguilar de Campoo) que les impresionó por la nobleza de sus rasgos y por la fragancia que despedía la llaga de su costado.

Ante tal prodigio, comenzaron a construir una casa religiosa en el mismo lugar del hallazgo.

La veneración hacia la imagen se popularizó y condujo a la fundación de numerosas viviendas, las cuales habrían de ser el núcleo originario de la villa.

En 822 un sobrino y tocayo de Opila erigió el Monasterio de San Pedro y San Pablo de Aguilar, que justo 30 años después recibió del conde Osorio una donación traditio corporis et animae.

En 950 Osorio Armíldez dispuso una refundación monacal bajo la advocación de San Martín de Aguilar y,
probablemente, la Regla Benedictina.














Las primeras noticias documentales se remontan a 1020.
Aparecen en el Cartulario de Aguilar, que da cuenta de donaciones al Monasterio al tiempo que confirma la existencia de una comunidad dúplice de fratres et sorores (monjes y monjas).
1169 es el año fundamental en la historia del cenobio al producirse la entrega del mismo por el rey Alfonso VIII al abad del Monasterio de Santa María de Retuerta, en la vallisoletana Sardón de Duero, administrado por canónigos regulares de la Orden Premonstratense.
El monarca castellano pasó a ejercer una decidida protección sobre el monasterio, llamado en lo sucesivo de Santa María la Real.
Fue entonces cuando empezó a construirse el gran conjunto monástico en estilo románico en transición al gótico.
En las décadas siguientes, la abadía premonstratense fue enriqueciendo su patrimonio y riquezas con la paulatina recepción de heredades, donaciones, franquicias y otras concesiones regias
y nobiliarias, llegando a convertirse en un importante centro de producción agropecuaria, amén de centro de irradiación artística y cultural.
La constante expansión territorial del Monasterio fomenta la aparición de pleitos jurisdiccionales por tierras y rentas con otros establecimientos eclesiásticos.
En 1222 fue consagrada la iglesia.

Diversos factores políticos, económicos y demográficos condujeron al inicio del declive de Santa María la Real a inicios del siglo XIV.

En 1323 se produce una destructiva rebelión de los monjes contra el abad y posteriormente el Monasterio sufrió los embates de la Peste Negra y las guerras civiles de los Trastámaras castellanos.

El XV es un siglo de sosiego y relativa prosperidad, pero en el siglo XVI regresan las turbulencias por conflictos internos de la orden Premonstratense azuzados por la injerencia del rey Felipe II.

En la centuria siguiente Santa María la Real experimenta una reviviscencia de su pasado esplendor bajo el sistema organizativo de la Congregación Premostratense de España, que entre otros aspectos se traduce en la construcción de nuevas dependencias y ampliaciones.

Las edificaciones auxiliares continuaron hasta finales del siglo XVIII.

Con con tantos monasterios y conventos de todas las órdenes, el ocaso de Santa María la Real se aceleró a rebufo de la nueva situación política creada tras la Guerra de la Independencia Española.

La orientación liberal del abad del momento le puso en el punto de mira de los carlistas al estallar la guerra civil en 1833, obligando a aquel a disponer una exclaustración temporal.

Ésta se hizo definitiva con motivo de los decretos de desamortización y supresión de monasterios emitidos por Juan Álvarez Mendizábal en 1835 y 1836.

Con el proceso de desamortización las tierras dependientes del Monasterio y las dos hospederías que regentaba pasaron a manos de particulares, pero no así el propio cenobio que,

no hallando comprador, quedó a merced de la rapiña, siendo víctima de una rápida ruina.



Así, en 1871 fueron sustraídos la gran mayoría de los capiteles del claustro y alguno de la iglesia, con destino al Museo Arqueológico Nacional (España).

Se dice que la gente entraba al edificio y sacaba sacos de libros y legajos para alimentar las estufas durante el invierno;

tal vez queden aún en algunas casas documentos de aquellos, que no llegaran a quemarse.

A principios del siglo XX el edificio se encontraba totalmente arruinado, con muchas mutilaciones y estructuras desmoronadas. 




Entre 1955 y 1968 la Dirección General de Bellas Artes acometió una primera campaña de restauraciones que afectaron a las cubiertas de la iglesia, al claustro y la sala capitular,

que se hallaban medio hundidos y llenos de escombros.

Ambos espacios fueron reconstruidos casi por completo, llegando a desmontarse y volverse a armar partes enteras. 




 

En 1978 comenzó una segunda etapa de desescombro y restauración a iniciativa de la Asociación de Amigos del Monasterio de Aguilar, creada aquel año, la cual aplicó, a diferencia del
historicismo que había caracterizado la restauración anterior, un criterio didáctico, arqueológico y eminentemente funcional, ya que se pretendía tanto reconstruir como rehabilitar para dar
espacio a nuevos usos seculares.
Las dependencias recién restauradas acogieron a partir de 1984 un Instituto de Enseñanza Secundaria, función educativa destinada a los jóvenes del pueblo y de la comarca.
Siempre bajo el impulso voluntario de su Asociación de Amigos, el Monasterio multiplicó su oferta de actos culturales y académicos.
En 1985 comenzó a funcionar la Escuela Taller, dirigida a completar la labor restauradora del edificio y a dar formación arquitectónica y arqueológica.

Vie Sep 28, 2012

Después de explicaros el escenario en que se desarrolla el Curso (inigualable) comenzamos.

Ya sabeis el título del Curso dirigido por Pilar Fernandez Uriel: "En torno al hogar: familia y vida privada en la antigüedad"


Se trata de analizar el mundo antiguo desde una visión diferente: la vida mas intima y privada, el espacio cotidiano y familiar; el tiempo y las actividades que se sucedían en ese contexto.

Se trata de asomarse al interior de las casas (Oikía, Domus) y observar lo que se desarrollaba en su entorno: los juegos infantiles y la educación de los mas pequeños, los problemas domésticos,

las labores de sus criados, la celebración de los cultos familiares, siempre dentro del Mundo Privado.

La primera ponencia a tratar, será impartida por José Ramón Perez-Accino.

Nos va a hablar de Hekanakhte, y de unas cartas halladas escritas por este y dirigidas a su familia.


 


 



Cartas desde la tumba: la vida familiar de Hekanakhte de Egipto

Los papiros de Heqanakhte, son un conjunto de ocho documentos (cinco Cartas y tres Hojas o informes de cuentas), además de unos cuantos fragmentos que probablemente también

formaran parte de hojas de cuentas.

En ellos se recogen las instrucciones de un terrateniente de la XI dinastía egipcia a sus agentes sobre la administración de su hacienda.

Es una fuente directa donde se puede reconstruir el funcionamiento de una explotación pequeña en el Bajo Egipto en esta época: la hacienda principal ocupa el centro del esquema, con sus

tierras adjuntas trabajadas por el propietario ayudado por otros trabajadores a sus órdenes.

Estos trabajadores pueden a su vez tener concedidas ciertas cantidades de tierra para su explotación particular, a cambio de una cuota de explotación que pagarían al dueño.

Este trabajo debió de ser parte privado y en parte comunal, siendo muy asumible que la responsabilidad fuera delegada por el propietario en otras personas en caso de ausentarse.

Una de las tareas comunales debió ser el cuidado del ganado.

El señor de una hacienda podía establecer una red de prestamos de grano y arriendos de otras tierras en su mismo lugar de residencia o fuera de él.

Una misma tierra podía cultivarse con diferentes clases de productos, siendo los más importantes el trigo y el lino.

Un capítulo interesante es el de las transacciones comerciales.

El trueque era el mecanismo usado por los egipcios, estableciéndose equivalencias de los distintos productos para posibilitar el cambio de éstas.

El pago en tierras por trabajos realizados también se daba, como en el caso del propio Hekanakhte, que recibe tierras por sus labores en el culto funerario del visir Ipi.


Una conclusión que puede sacarse a través de los papiros es que parece que no existía una intervención estatal que regulara el comercio, esto es, de establecer precios y normas en los

intercambios comerciales, y que ésta parece limitarse únicamente a recaudación de impuestos. Las únicas menciones reales son usadas para fechar informes, uso meramente anecdótico.

Puede inferirse por ello que la gente más común vivía muy alejada de sus gobernantes.

Los papiros de Heqanakhte fueron hallados en Deir-el Bahari por la expedición de Winlock en 1921 y las referencias geográficas recogidas en ellos no nos son muy clarificadoras.

Hekanakhte tiene su casa y principales propiedades en la aldea de Nebeseyet, cerca de un centro regional llamado Peraa’a, muy nombrado en las cartas y donde el granjero tenía

tierras arrendadas.

Las cartas fueron halladas en la tumba de Mesej, un dependiente del visir Ipi en Deir el Bahari, cerca de Tebas.

Tanto ese centro regional como la aldea de Peraa’a están aún por localizarse.

Los papiros son fechados por James en el año octavo del reinado del rey Nebhepetra Mentuhotep III.

Esto es, aproximadamente el año 2002 a. C.

Hekanakhte se encargara de organizar el culto funerario de su visir Ipi, que dejo a su muerte una tumba que quedaría inacabada en Deir el Bahari y una superficie de al menos

60 aruras (3,120 Km2 aproximadamente) para el mantenimientos de su culto funerario.

La información sobre las personas que rodeaban al terrateniente es muy limitada, aunque en ella se aprecian las relaciones familiares del terrateniente.

Por orden de edad aparecen
en primer lugar Ipi, su madre, a la que este dedica siempre palabras de respeto y Hetepet, su tía.

Luego aparecen sus cinco hijos Merisu, el mayor y el principal responsable de las propiedades durante la ausencia de su padre;

Sihathor, que ocuparía el segundo lugar en edad y responsabilidad, se encarga del arado de la tierra y en ocasiones lleva cartas a otros lugares;

Sinebnut, el tercero, es el encargado del ganado, y es enviado en un par de ocasiones fuera de su aldea para abastecer de grano a su padre y a adquirir o ejercer derechos en diversas

propiedades fuera de Nebeseyet acompañado por un personaje llamado Nakhte hijo de Heti, que si bien no es uno de los hijos de Hekanakhte, actúa como agente o capataz de éste

y tiene claramente más responsabilidad que Sinebnut; por último, los más pequeños, Anupu y Snofru, comparten algunas tareas del cultivo de la tierra.

Hekanakhte se muestra especialmente tolerante con los dos pequeños, especialmente con Snefru, al que concede todo lo que pide.

Un personaje que tiene un papel peculiar es la concubina de Hekanakhte (o segunda esposa, según Allen) tras la muerte o separación de su primera mujer, Iutenheb, una mujer

calificada como hbswt, a la que los miembros de la casa maltratan, loque suscita las quejas de Hekanakhte y el despido de una criada, Senen.

Entre los vecinos de Hekanakhte se encuentra Hau el Joven, que ayuda a Merisu a encontrar un terreno en la localidad de Perha’a, y el destinatario de la Carta III

(que nunca llegó a mandarse) Hrunufe, que es tratado como un igual, o incluso un superior, por Hekanakhte








Carta I: está dirigida a Merisu, responsable principal de las propiedades de Hekankahte en el Norte.
Las causas de su marcha de Nebeseyet no son del todo claras, pero lo cierto es que está en el nomo tinita, cerca de Abydos.
En ella se queja de que su tierra está inundada prematuramente, arruinando una cosecha anterior a la principal de primavera, regañando por ello a Merisu (James mantiene que esta
carta esta escritaa primeros de agosto, cuando la inundación aun no ha llegado a su punto álgido);
se dan instrucciones a Nakht y Sinebniut para cultivar unos terrenos con lino y alquilar otros
El modo en que los miembros de la casa tratan a la concubina o segunda esposa de Hekanakhte ocupa un importante papel dentro de la carta I.
Despedida la sirviente Senen, el terrateniente insta a su familia y sirvientes a tratar con consideración a la mujer, amenazándoles con retirarles sus raciones de alimentos. 


Carta II: dirigida a toda su casa en general y a Merisu y, indirectamente, a Heti hijo de Nakht.
Empieza saludando a su madre Ipi y Hetepet (en la que Allen ve a su tia) y a todos los miembros de su casa en general.
Pregunta por la inundación, comenta los salarios, que detalla seguidamente nombre a nombre, justificando y explicando.
Luego aborda quejas de sus hijos pequeños, en las que toma partido siempre por ellos, diciendo que en particular a Snefru se le debe permitir hacer lo que quiera hacer.
Vuelve a intervenir en el maltrato de Iutenheb, dando un último aviso a su parentela.
Hay que señalar que esta carta describe un cuadro de prosperidad en la hacienda de Hekanakhte en medio de una situación de carestía general ((“¡Mira! La tierra entera está echada
a perder mientras vosotros no pasáis hambre”).
Incluso dice una frase que llama la atención: “Aquí están empezando a comerse a los hombres”, que recuerda a una afirmación similar en la tumba de Ankhtyfy. 


Carta III: Esta Carta apareció plegada, atada con una pequeña cuerda y con un sello, señal de que nunca fue mandada a su destino.
Está dirigida a Hrunufe, Supervisor de Delta a pesar de que parece que vivía en el Valle, probablemente en Perha’a.
El tono utilizado es muy distinto, ya que se dirige a un igual o superior en status 


Carta IV: esta carta está escrita por Sitnebsekhtu, una mujer que escribe a su madre, de igual nombre,
Ni ella ni su madre aparecen en las otras cartas del archivo, y la única relación con Hekhankhte es que esta carta fue encontrada con las otras y que pare ce escrita por el mismo
escriba que las Cartas I y II.

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De la siguiente ponencia estaba encargado el profesor Eduardo Carlos Gonzalez Wagner.


Un problema de salud, le impidió acudir a darla.

En su lugar, envió su ponencia escrita para que pudieran leerla.

Mientras, el pobre.... se recuperaba de una lumbalgia que le hizo acudir a Urgencias.

Esperamos que se encuentre mejor.

Os pongo parte de su charla que fue leida y comentada magistralmente por Pilar Fernandez Uriel.







Hogar, familia y parentesco en las poblaciones nómadas del Próximo Oriente
Los nómadas han constituido uno de los tipos de poblaciones mas importantes en el próximo Oriente, dada la adaptabilidad de su estilo de vida a las condiciones de las zonas semiáridas
y desérticas de las que los sedentarios apenas pueden obtener provecho.
Pueblos como los haneos, benjamita, tuteos, hebreos o arameos tuvieron una gran importancia en la historia de aquellas tierras.
La mayoría de estos nómadas no ocupaban zonas marginales situadas en el exterior de las explotaciones agrícolas de los sedentarios, sino que recorrían, impulsados por la necesidad
de la migración estacional, los espacios interpuestos entre las zonas cultivadas.(…)
las relaciones entre nómadas y sedentarios fueron frecuentes, múltiples, direccionales y complejas (en tanto que problemáticas), dando lugar a repercusiones en ambas esferas y
estimulando una situación de interdependencia.
El hecho de que los pastores nómadas o seminómadas estuvieran habitualmente armados, en contraste con el monopolio del armamento detentado por los palacios, junto con su
fama de excelentes guerreros servía para ahondar suspicacias.
(…)
El pastoralismo nómada es la mas extensa de las economias tribales…
El derecho a utilizar las tierras colectivas lo proporciona la pertenencia a la comunidad, que se rige normalmente por principios de parentesco y no de territorialidad (…)
La familia nómada esta constituida por un grupo de parentesco amplio, vinculado con otros grupos afines que juntos forman un grupo mas extenso o clan.
Varios clanes componene una tribu.
Y las tribus pueden confederase en uniones mayores, lo que ocurría con motivo de alianzas politicas o guerreras. Formar parte del grupo, compartir una misma linea de descendencia,
constituye un elemento de reconocimiento social en sí mismo.(…)
La vida social se regía por normas consuetudinarias de costumbre, reforzadas por una fuerte vinculación religiosa con la tradición.
Esta contenía un conjunto de normas y ejemplos acerca de lo que debía y no debía hacerse, de las consecuencias de una actitud u otra(…)

La diversidad social, existente pese a la fuerte cohesión basada en el parentesco, se justifica a menudo por medio de la genealogía.
Hay familias más ricas, en ganado y en tierras, y familias más pobres, familias mayores y familias más pequeñas, familias muy antiguas y otras muy jóvenes o recién venidas que ocupan
un lugar social marginal o periférico.





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Pasadas las nueve de la noche...decidimos acercarnos a tomar algo a la Plaza de España.
Los profesores vienen con nosotros y yo decido aprovechar para bajar al perro a que de una vuelta.
Y me siento con ellos en una terraza cercana.
Y el perro empieza a mostrarse en sociedad.
Besitos a ellas y saludos a ellos. El esta mas pendiente del queso que se estan zampando que de enterarse de nada.
Empieza a fraguarse una importante amistad entre Pilar, Alvaro, Joanna y Brais... y es que... los tres primeros son los que mas cerca tienen el plato de queso.
Este perro es un aprovechado... Vaya...
Pero lo importante es cuando ve a Laetitia...
Los ojos de Brais resplandecen.
Se lanza sobre ella y le da un abrazo fuerte.
El acoso Brazil hace despertarse a Laetitia que se esta tomando una cerveza.
La cosa se esta poniendo seria y yo, decido separar a los dos tortolitos subiendome a Brais a casa.
A la vuelta nos vamos de cena.

La primera noche fue tranquilita.

Nos estuvimos moviendo alrededor del Valentin (el segundo punto de reunión) en la zona de copas.

Pero como habíamos madrugado todos... nos fuimos pronto a dormir (pallá pa las dos de la mañana)

Lo mejor fue la cara de la tortuga al ver la habitación del palomar donde le dijimos iba a dormir y que donde después, decidimos durmiera la sanguinaria que es la más bajita.

Habíamos tomado posesión de la casa de fiestas e ibamos a sacarle partido






Para organizarnos mejor... me propuse levantarme la primera, ducharme y después bajar al perro mientras se duchaban ellos.

Cuando volví de la calle... La sanguinaria terminaba de lavarse los dientes y la tortuga seguía durmiendo:




¡¡¡CAMASTRONNNN!!!! ¡¡¡CANSACAMAAAASSSS!!!!



logramos despertarle, y a los cinco minutos suena el despertador... Embarassed

nos hizo prometerle que no volveriamos a despertarle...

Excursión cortita al Hotel Valentin donde nos espera el resto de perdularios con los que desayunamos.

Y ponemos rumbo al Monasterio...

Y llegamos tarde... (apenas diez minutos)


Como he dicho antes...

llegamos pelin tarde a la primera ponencia, en la que Pilar Fernandez Uriel trataba el tema:


De Oikos y Oikía. Vida privada en la Grecia arcaica.





 











El oikos (griego:οἶκος, plural: οἶκοι) es el equivalente de los griegos antiguos de «casa», es un conjunto de bienes y personas.

El oikos fue la unidad básica de la sociedad en la mayoría de las ciudades-estado, e incluía a la cabeza del oikos (generalmente el varón de mayor edad), su familia extendida

(esposa y niños), y esclavos que vivían juntos en un marco doméstico.

Los grandes oikoi también tenían granjas que fueron cuidadas generalmente por los esclavos, las cuales eran también la unidad agrícola básica de la economía antigua.

Consistía, pues, en un unidad económica y social autárquica.

El oikos «era el centro a cuyo alrededor estaba organizada la vida», a partir del cual no sólo se satisfacían las necesidades materiales, incluyendo la seguridad, sino también las normas

y los valores éticos, los deberes, obligaciones y responsabilidades, las relaciones sociales y las relaciones con los dioses.

El oikos no era solo la familia, era todo el personal de la casa y sus bienes.

El arte de dirigir un oikos significaba manejar una granja, no el gobierno para mantener la paz en la familia.

Estas definiciones se aplican al conjunto de la historia de Grecia desde el siglo VIII al IV a. C.

Aristóteles describe el oikos como una «comunidad constituida naturalmente para la satisfacción de las necesidades cotidianas», cuyos miembros se definen como aquellos que han

sido criados con un mismo alimento.

Pero la delimitación aristotélica de las funciones de la casa opera sobre una fluctuación entre dos términos: oikos y oikia (griego: οἰκία), que pueden traducirse de la misma forma.

Pero oikos y oikia no siempre significaban lo mismo.

Jenofonte dice que la primera palabra alude a la casa en le sentido estricto de lugar de residencia, mientras que la segunda denota no sólo la casa sino también las propiedades.

Pero esta distinción no era aceptada por los autores griegos.

Los testimonios de algunos oradores áticos como Isócrates e Iseo indican que oikia podía connotar no sólo la casa sino también la familia o la propiedad, de forma que su sentido

se oponía al de oikos.

De todas formas, en el contexto de la ley ateniense era habitual que oikia significara «casa» y oikos «propiedad» o «familia».

El oikos era la piedra angular de esta sociedad antigua.

Sin embargo, en el siglo V a. C., antiguos autores griegos orientaron la naturaleza de los oikos con la polis; el conflicto entre estos dos fue tratada en el teatro trágico griego.

Los intereses contradictorios del oikos y de la polis condujeron a la decadencia estructural de la sociedad.




Esparta practicaba una rígida eugenesia.
Nada más nacer, el niño espartano era examinado por una comisión de ancianos en el "Lesjé" (“Pórtico”), para determinar si era hermoso y bien formado.
En caso contrario se le consideraba una boca inútil y una carga para la ciudad.
En consecuencia, se le conducía al "Apótetas" (lugar de abandono), al pie del monte Taigeto, donde se le arrojaba a un barranco.
De ser aprobado, le asignaban uno de los 9.000 lotes de tierra disponibles para los ciudadanos y lo confiaban a su familia para que lo criara, siempre con miras a endurecerlo y prepararlo para su futura vida de soldado.
A los siete años (o a los cinco, según Plutarco) se arrancaba a los niños de su entorno familiar y pasaban a vivir en grupo, bajo el control de un magistrado especial, en condiciones paramilitares.
A partir de entonces, y hasta los veinte años, la educación se caracterizaba por su extrema dureza, encaminada a crear soldados obedientes, eficaces y apegados al bien de la ciudad, más que a su propio bienestar o a su gloria personal (ésta última, el ideal de los tiempos homéricos).
Los muchachos deben ir descalzos, sólo se les proporciona una túnica al año y ningún manto y, sometidos a una subalimentación crónica, se les fuerza a buscarse su propio sustento mediante el robo.
Las disciplinas académicas se centran en los ejercicios físicos y el atletismo (los espartanos sobresalieron regularmente en los Juegos Olímpicos), la música, la danza y los rudimentos de la lectura y escritura.
Por lo que a la educación de las niñas se refiere, se encaminaba a crear madres fuertes y sanas, aptas para engendrar hijos vigorosos.
Por ello, insistía igualmente en la educación física, así como en la represión sistemática de los sentimientos personales en aras del bien de la ciudad.








Descansito
... salimos a tomar café y se nos acerca una chica que al vernos juntos nos pregunta

¿sois los de las tortugas, verdad?

Caras raras de sorpresa.... y yo caigo en la cuenta y le digo

SIIIIIIIII

Les recuerdo al resto cómo se me ocurrió publicitar el curso



 




Y se nos uné una persona mas al grupo.
Vamos aumentando en número. ¡¡ vamos a la cafetería de la posada del Monasterio a por el café !!



Aqui vienen algunas cosas raras...

Porque en una visita al baño de la cafetería... nos damos cuenta de los carteles anunciadores de los sanitarios:








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