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ANTIGUOS (Curso Palencia 2012) FIN




Después del café de rigor en la Hospederia del Monasterio, nos toca tomarnoslo en serio y pasear por tan impresionante edificio con un guía extraordinario que nos hizo la visita muy agradable y amena.


Yo no voy a ser capaz de contarlo ni parecido a como lo hizo él.

Alguien que ha tenido la suerte de estudiar y de jugar entre sus paredes y que lo hace muy bien, que pone en ello su vida, aportando además salero a sus explicaciones.


  
                                                                                  Fachada de levante

 

Aguilar de Campoo se ubica en la margen izquierda del río Pisuerga en la zona nororiental de la provincia palentina. Es el centro neurálgico del románico norte en esta provincia.
La Fundación Santa María la Real tiene en esta zona su "cuartel general" así como el Centro de Estudios del Románico.

Labor encomiable la que desde 1978 llevan a cabo bajo la dirección de José María Pérez González ("Peridis").

Antes de que este grupo de "benditos chiflados" se ocuparan de su guarda, y a pesar de haber sido declarado Monumento Nacional en 1866 no se le había dedicado al monasterio más cuidado que el necesario para desmontar sus mejores capiteles del arco triunfal del templo para llevarlos en depósito al Museo Arqueológico Nacional.

En la comarca era conocido como "El Convento Caído". Ello nos da clara idea de su situación.

Hoy acoge visitantes de todos los lugares, alberga un instituto de Bachillerato Superior; el Museo del Románico y es punto de encuentro para aficionados y estudiosos de esta interesante época medieval.

El Premio Europa Nostra 1987 vino a reconocer la ingente labor realizada.

Un placer conocerlos y un estilo a imitar.





puerta de entrada
Para explicar la fundación mitica del monasterio se recurre siempre al primer diploma en el libro Becerro de Aguilar (AHN. Clero. Cód. 994-B), recogido también por Yepes y Ambrosio de Morales.

Alpidio, un noble legendario, tropezaba durante una cacería con una abandonada iglesia dedicada a San Pedro y San Pablo.

Bajo ésta, aparecía un segundo templo en la base de la inconfundible Peñalonga.

Del inverosímil relato de Alpidio, que rápidamente alertó a su hermano Opila, abad de San Miguel de Tablada en las orillas de Ebro, se desprende además la dedicación de cada uno de los altares: a Nuestra Señora, a San Pelayo y Santa Engracia y a San Juan Bautista y San Martín.

En el mismo lugar, un sobrino de Opila, con idéntico nombre, levantó el monasterio de San Pedro y San Pablo de Aguilar (822) roturando tierras y viñas y aportando el ajuar de la casa de San Miguel de Tablada. Según Yepes, los primeros monjes acabaron trasladándose a la iglesia baja, lo que hace suponer una hipotética fundación eremítica.

Nada anormal parece dislocar esta suposición puesto que los restos rupestres son muy frecuentes en la comarca.

En 852, el conde Osorio hacía donación traditio corporis et animae al recién creado cenobio.

 




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En 950 Osorio Armíldez fundaba el monasterio de San Martín de Aguilar.
En 968, Fernán González efectuaba una donación a este mismo monasterio.
La mitad de la casa, junto con la de Santa Juliana de Aguilar, era donada por una tal María al cenobio de Cardeña en 1079.

En el documento de donación de Sancho II de Castilla al obispo Simeón de Oca (18 de marzo de 1068), se citaba la iglesia de Santa Eugenia de Aguilar, ofrecida por el eclesiástico para restaurar la diócesis.
Esta casa parece corresponder con Santa Eugenia de Cordovilla, otorgada por Alfonso VI al abad Lecenio, del monasterio de Santa. María la Real de Aguilar (1073), a instancias del Cid.

Fue consagrada en 1118 por el obispo burgalés Pascual. Sin embargo, el documento parece un falso según concluyó Menéndez Pidal, presumiblemente la consagración del 1118 también debió falsificarse.
Parece lógica una donación de Alfonso VI al abad Lecenio en 1075, aunque sin mediación cidiana.
Posteriormente Santa Eugenia, se convirtió en un importante priorato de la casa aquilarense.





Fachada Románica

Una de las cuestiones más controvertidas sobre los orígenes del monasterio es determinar qué orden ocupó el recinto antes de la instalación de los premonstratenses, ampliamente beneficiados por Alfonso VIII. Indudablemente, en Aguilar existió un monasterio particular, instituido por familias nobles como los Osorio y los Lara.

En 1169, el rey Alfonso VIII, el abad Sancho de Retuerta, los condes Nuño, Alvaro, Almanrico, Rodrigo (monachi que fue en Sahagún) y la condesa Sancha Osorio, propietarios de Santa María de Aguilar, donan sus derechos al abad de Retuerta Miguel, de la orden de San Agustín.
Sin duda, la influencia del abad Miguel ante la corte facilitó la transferencia patrimonial de los nobles y la propia protección real.
De otro lado, los anteriores ocupantes, despojados de un monasterio estable, interpusieron una queja ante el legado pontificio Jacinto con el fin de paralizar el proceso.
El altercado se resuelve mediante concordia (bula de 1173).

 


 


Como importante centro de decisión económica, el monasterio de Aguilar centró sus estrategias hacia el control de una densa red molinera, fundamentalmente establecida en las orillas del Pisuerga y del Camesa.

Adquiriendo junto a otras prebendas (pastos, portazgos y rentas) un papel evidente como abadengo territorial desde el reinado de Alfonso VIII hasta el de Fernando III.

La época álgida del dominio aquilarense coincide claramente con la primera mitad del siglo XIII.





El claustro que hoy podemos ver fue construido durante las primeras décadas del siglo XIII, reutilizando una serie de capiteles dobles tardorrománicos tallados para un espacio anterior que fueron instalados coronando los grupos de dobles columnas y no en los machones (a excepción de los angulares NO y SO)

La cubrición del claustro se realiza por medio de crucerías cuyos nervios diagonales concuerdan con las columnas acodilladas de los machones.
Ménsulas de rollos o de perfil pentagonal en los muros del interior de las galerías soportan los fajones que en el exterior se corresponden con los gruesos contrafuertes.









En la panda este, las columnas dobles de los machones tienen correspondencia con las de entrada a la sala capitular.
Originalmente el claustro tardorrománico estuvo cubierto con vigas de madera que apoyaban en canes lisos encajándose en mechinales dispuestos a tal efecto, aún se aprecian varias piezas de estas características en las pandas septentrional y occidental.



















En la sala Capitular, un fuste de columna, trasladado al MAN junto con las series de capiteles en 1871, proporciona una fecha fundamental para el conocimiento del edifico:

Era MCCXLII (año 1209) fuit factum hoc opus. D(ome)nicus.
Estuvo situado a la derecha de la puerta de acceso a la sala, abierta a la panda este del claustro por medio de cuatro vanos.
Las claves poseen coronas florales y hojas carnosas caladas, aunque destacan una figurada con el cordero pascual y otra con cuatro arpías afrontadas por sus pechos. Las colas de los animales fantásticos se anudan en el punto central de la clave, reconvirtiéndose en vástagos vegetales de entrelazo.
La sala fue completamente alterada durante la restauración de Arenillas.




Diversos factores políticos, económicos y demográficos condujeron al inicio del declive de Santa María la Real a inicios del siglo XIV.
En 1323 se produce una destructiva rebelión de los monjes contra el abad y posteriormente el Monasterio sufrió los embates de la Peste Negra y las guerras civiles de los Trastámaras castellanos. El XV es un siglo de sosiego y relativa prosperidad, pero en el siglo XVI regresan las turbulencias por conflictos internos de la orden Premonstratense azuzados por la injerencia del rey Felipe II.
En la centuria siguiente Santa María la Real experimenta una reviviscencia de su pasado esplendor bajo el sistema organizativo de la Congregación Premostratense de España, que entre otros aspectos se traduce en la construcción de nuevas dependencias y ampliaciones.
Las edificaciones auxiliares continuaron hasta finales del siglo XVIII.

Con con tantos monasterios y conventos de todas las órdenes, el ocaso de Santa María la Real se aceleró a rebufo de la nueva situación política creada tras la Guerra de la Independencia Española.
La orientación liberal del abad del momento le puso en el punto de mira de los carlistas al estallar la guerra civil en 1833, obligando a aquel a disponer una exclaustración temporal.
Ésta se hizo definitiva con motivo de los decretos de desamortización y supresión de monasterios emitidos por Juan Álvarez Mendizábal en 1835 y 1836.






Con el proceso de desamortización las tierras dependientes del Monasterio y las dos hospederías que regentaba pasaron a manos de particulares, pero no así el propio cenobio que, no hallando comprador, quedó a merced de la rapiña, siendo víctima de una rápida ruina.
Así, en 1871 fueron sustraídos la gran mayoría de los capiteles del claustro y alguno de la iglesia, con destino al Museo Arqueológico Nacional (España).
Se dice que la gente entraba al edificio y sacaba sacos de libros y legajos para alimentar las estufas durante el invierno; tal vez queden aún en algunas casas documentos de aquellos, que no llegaran a quemarse.
A principios del siglo XX el edificio se encontraba totalmente arruinado, con muchas mutilaciones y estructuras desmoronadas. Esta lamentable situación no se vio afectada por la declaración de Monumento Histórico-Artístico Nacional por decreto del 4 de diciembre de 1914.



MUSEO DEL ROMANICO




La visita al centro expositivo ROM comienza con una maqueta didáctica, a escala 1/30, que explica la vida cotidiana de un pueblo medieval.

La reproducción, realizada por Ornamentos Arquitectónicos, muestra a un grupo de personas trabajando en el entorno de la iglesia: canteros, albañiles, tejeros, la fragua, los caleros, los transportistas y el maestro de obra enseñando el edificio, cuando se está levantando la portada, a una visita institucional, compuesta por nobles y monjes.

La instalación cuenta los fundamentos del arte románico, de la época y de la sociedad en que se desarrolló a través de un emotivo y sutil espectáculo audiovisual proyectado en la iglesia monástica que relata las emociones y la vida de aquellas gentes que vivían en un medio rural cada vez más distanciado de unas ciudades en creciente prosperidad.





Una gran mesa interactiva ubicada en la capilla del Cristo del siglo XVII, permite a los visitantes conocer en profundidad las 37 comarcas que componen lo que se conoce como País Románico.

De esta forma, el visitante podrá tener acceso a una completa información sobre todo lo que puede encontrar en la comarca, no sólo románico sino también otros recursos artísticos, gastronómicos, costumbres, etc y recupere así horizontes apenas alterados desde hace ochocientos años.



http://www.santamarialareal.org/content.aspx?cod=52&sec=21&idsec=83 http://www.arquivoltas.com/8-palencia/02-Aguilar%20de%20Campoo0.htm http://www.romaniconorte.org/es/contenido/index.asp?iddoc=41 http://www.arteguias.com/monasterio/aguilar.htm http://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_Santa_Mar%C3%ADa_la_Real_%28Aguilar_de_Campoo%29









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Acabada tan extraordinaria visita, nos fuimos a comer.

Algunos ya se volvían a sus casas, pero aún así eramos unos cuantos.

Mientras Expartaco Nomenclator recogía a los rezagados, nosotros empezamos a andar y buscar un lugar donde pudieramos comer los 20 que habíamos quedado.

Teníamos el tiempo justo, ya que por la tarde era la escursión a la Olmeda y esperaba el autobús...

Tras varios intentos terminamos en el Restaurante Cortés.




Con la celebración de unas bodas de plata a nuestras espaldas (y que nos dejaron sordos y con dolor de cabeza para una semana) que no nos haran olvidar el sitio jamás.

Creo que el novio y la novia (que estaba pelin perjudicada y de la que huía el hombre como de la peste) terminaron hartos ese dia.

Si no de sus familiares que gritaban el "que se besen" cada tres minutos, si de los ataques pasionales con los que la buena mujer "gratificaba" a su marido... que hubo de salir a darse una vuelta en varias ocasiones.

Desde aqui, agradecemos la paciencia infinita de algunos, que estuvieron a punto de ahogar al niño gritón en mas de una ocasión, y que sujetaron sus negros instintos en pro de la paz del grupo.

Expartaco tuvo que salir corriendo para calmar a los que esperaban en el autobús, mientras nosotros intentabamos pagar la comida sin volvernos locos.






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Y es que llegamos tarde...

Cuando Expartaco llegó al autobús le calló una buena bronca.

Tres personas que esperaban se tomaron a mal que él llegara cinco minutos tarde (nosotros tardamos algo más).

Nosotros ibamos de camino (hubo problema a la hora de pagar en el restaurante) y él salió a buscarnos... y nos cruzamos sin vernos.

Cuando llegó al restaurante vió que no quedaba nadie.

Y llamó por telefono para saber donde estabamos.

Fui yo quien contó los que estabamos en el autobús, mientras él casi se sube en marcha.... Aysssssssssss

Y entonces me desconecté en los asientos traseros... (que fui durmiendo todo el camino, vamos).

Tanta locura en la comida, terminó de agotar mis pobres neuronas.

Tranquilos que me desperté justo a tiempo... a la llegada.

Y es que en los cursos de la Uned, se suele dormir poco...

pero allá vamos:










UN PALACIO EN LA HISPANIA DEL BAJO IMPERIO ROMANO
Durante los siglos III y IV las villas hispanas muestran un auge sin precedentes, coincidiendo con esa etapa de decadencia de la vida urbana debido a la presión fiscal y la crisis de las actividades artesanales y comerciales.
Los poderosos, al trasladarse a sus casas en el campo, llevaron consigo todos los refinamientos que la vida en la ciudad les ofrecía, levantando edificios ricamente ornamentados y cuyos niveles de lujo y suntuosidad no eran inferiores a los de la mejor "domus" de la ciudad.
En la Meseta castellana, durante el Alto Imperio, la economía agraria se había caracterizado por un régimen de pequeños y medianos propietarios agrícolas, junto a unas propiedades de tipo comunal, cada vez menores.
De forma paulatina y ya en el Bajo Imperio, los miembros de la familia imperial, los senatoriales y las oligarquías locales fueron acumulando tierras, creando grandes latifundios en un proceso de concentración de la propiedad en unas pocas manos.
Ese es el motivo de que la moderna Arqueología haya encontrado en las tierras castellanas abundantes vestigios de las antiguas villas hispanorromanas, importantes centros de poder enmarcados en un medio rural que tendía a ser autárquico, para lo que disponían de todo tipo de talleres dedicados a la fabricación y reparación de los útiles más diversos.
Se piensa, incluso, que llegó a ser frecuente que los ricos propietarios agrarios tuviesen pequeños ejércitos privados, que garantizaban la paz en su fundus.








La villa romana de La Olmeda es una de las más completas y ricas que el Pasado nos ha legado en toda la Hispania romana, siendo de destacar, además, que sus mosaicos polícromos se incluyen entre los más bellos de todo el Occidente del mundo tardorromano.

Los inicios de esta villa romana parecen remontarse a los años finales del siglo I d.C., alcanzando su ocupación hasta las postrimerías del siglo III, momento de fuerte crisis económica y social.

Durante el siglo IV la villa fue reedificada (quizás tras un incendio), de nueva planta y en distinto lugar, estimándose que es en tiempos de Teodosio, finales del siglo IV, cuando alcanza su mejor momento de esplendor.
De este momento datan los más extraordinarios mosaicos de la casa.
Los "honestiores" que residieron en la villa de La Olmeda supieron, sin duda, dotar a su residencia campestre de los más exquisitos lujos que la vida urbana podía ofrecer en ese momento.
A finales del siglo V, o quizás ya en el siglo VI, la residencia es abandonada de forma precipitada.
Se desconocen las causas concretas de la violencia y destrucción que se acusan en la villa, pero lo cierto es que nadie quiso, o pudo, pararse a recuperar los abundantes utensilios que quedaron abandonados entre las ruinas.
Así al excavar la villa fue frecuente encontrar útiles de bronce o hierro atrapados, a veces, debajo de muros caídos o entre niveles de techumbre y cenizas.




Arquitectónicamente la villa de La Olmeda es un edificio cuya estructura gira en torno a un gran patio porticado (peristilo) con arquería de ladrillo, de forma rectangular, rodeado de cuatro galerías a las que acceden las diferentes habitaciones.
Cuatro torres, dos cuadradas en la fachada Norte y dos octogonales en la del Sur, se sitúan en los flancos de la villa.
El edificio hubo de tener dos plantas, ya que se han podido identificar los restos de las escaleras que accedían a las habitaciones del piso superior.



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Entre las torres, tanto en la fachada Norte como en la Sur, se abren sendos pórticos, sostenidos por columnas.
Sobre estos pórticos, terrazas pavimentadas con mosaicos.
La entrada principal al palacio se hace por el centro del pórtico Sur, pasando en primer lugar a un atrio o vestíbulo con un sencillo mosaico geométrico.
Al fondo del vestíbulo, cuatro columnas pintadas de rojo dan paso a la galería Sur del peristilo.
Las habitaciones del ala Sur del palacio son habitaciones de servicios, entre las que destaca la cocina, un almacén y otra sala destinada a algún uso agrícola o industrial impreciso.



 








En el centro del ala Este se encuentra la sala principal, llamada Oecus, con el mosaico de Aquiles y el de la Cacería. En este mismo ala oriental, un comedor (triclinium) con ábside rectangular, un pequeño dormitorio y tres habitaciones con hipocaustum.
El ala Norte del palacio se compone de una larga serie de habitaciones, sin mosaico, cuyo uso se desconoce (quizás dormitorios del servicio).
En el centro de este ala, otra entrada al palacio, con piso de madera, al que se accede después de cruzar el pórtico, con terraza pavimentada con mosaico.
De nuevo se utilizan mosaicos en las habitaciones del ala Oeste del edificio, casi todas con este tipo de piso.






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Destca el comedor principal (triclinium), de forma muy irregular al haber sido ampliado durante la época de esplendor del palacio.
Lo cubren cuatro mosaicos diferentes y tiene también calefacción por hipocaustos.
El jardín central es prácticamente cuadrado y tenía en su centro una fuente rodeada por un pequeño mosaico circular.
Una pérgola, formada por ocho arcos de follaje, pasaba por el centro del jardín, uniendo las dos puertas de acceso a las galerías del peristilo.
En las jambas de estas puertas columnas de mármol blanco.
Parece que un canal de agua atravesaba el patio y salía por la puerta Norte.
Junto al comedor principal sale un amplio pasillo o corredor, con piso de tierra, y se dirige hacia el Oeste, a las Termas, permitiendo así a los bañistas trasladarse a este recinto sin salir al exterior.




Las Termas se encuentran en el extremo Oeste de la villa, ocupando un amplio espacio dividido por la galería de acceso.
A un lado una amplia habitación con hipocaustum, cuya función se desconoce.
Al otro lado un amplio vestíbulo pavimentado con mosaico, sirve de apoditerium (vestuario), y da acceso a la zona de baños: tepidarium, caldarium y frigidarium (de forma trilobulada).
La zona disponía también de letrinas.






LOS MOSAICOS
El mosaico de la sala principal (Oecus) es la pieza más importante de la villa, tanto por su tamaño -174 metros cuadrados- como por su calidad y su temática.
El centro del mosaico lo ocupan los temas figurados, a los que rodea una cenefa geométrica.








Entre los temas figurados, el más próximo a la puerta del salón es un conjunto de paneles con escenas de caza, posiblemente siete, en el que vemos leopardos que luchan con cazadores, un jabalí acosado por jauría de perros, antílopes perseguidos por un león, y otra serie de animales, tanto autóctonos como exóticos.







El centro del salón lo ocupa un conocido tema mitológico (Aquiles en el gineceo de Licomedes) que muestra el momento en que Ulises descubre a Aquiles, cuando éste se encontraba vestido de mujer y escondido entre las princesas del palacio real de Skyros, en donde lleva una vida placentera a la que habrá de renunciar para ayudar a los griegos en su lucha contra la ciudad de Troya.
En la representación, una de las hijas de Licomedes, Deidamía, sujeta con fuerza al héroe intentando evitar que acuda a la llamada de Ulises. . Tiene figuras de gran tamaño - entre 2,20 y 2,50 mts. de altura - y abundan en él las teselas de mármol y de vidrio.






Rodeando el cuadro de Aquiles hay una cenefa con el tercer tema figurado del mosaico: una serie de medallones ovalados - se conservan catorce de un total de diez y ocho que fueron en origen - con retratos masculinos y femeninos de una excepcional calidad. Mucho Se cree que se trata de las efigies de los dueños del palacio y de sus familiares.
En estos retratos las teselas llegan a alcanzar dimensiones minúsculas - hasta poco más de 1 mm. - y lo mismo que en el tema de Aquiles, se utilizan en ellos teselas de mármol y de vidrio.
En las esquinas de la cenefa están representadas las cuatro estaciones del año, en bustos femeninos.








Los pasillos que rodean el patio central y los suelos de varias habitaciones poseen también extraordinarias muestras de mosaicos con motivos vegetales y geométricos: flores, hojas, figuras geométricas, cenefas o cruces esvásticas.
En total, más de 1400 m2 de mosaicos recubren buena parte de la superficie de la villa.







http://hojasdehistoria.blogspot.com.es/2009/06/la-villa-romana-de-la-olmeda.html http://www.villaromanalaolmeda.com/ http://elartevivido.blogspot.com.es/2010_11_21_archive.html


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http://www.youtube.com/watch?v=teoT6N_rnyQ&feature=player_embedded#!



En Pedrosa de la Vega, a 1 km aprox. de Saldaña, Palencia se encuentra la Villa romana de la Olmeda.

Fue descubierta en 1968 por Javier Cortes, quien la cedió gratuitamente a la Diputación de Palencia en 1980, organismo que se dedica a su gestión museística.

Este conjunto artístico del románico data del siglo IV d.c. y en el se conserva el edificio principal de la villa romana junto con los restos de una enorme necrópolis.

Su contemplación traslada al visitante a la vida y costumbres del Bajo Imperio Romano.

Destaca, entre todos los hallazgos descubiertos en la Villa, su impresionante conjunto mosaico policromado, considerado uno de los mejores del mundo.

En la iglesia de San Pedro, Saldaña, se exponen piezas de cerámica de terracota, fíbulas y otros enseres hallados en las tumbas funerarias.



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Bueno... pues después de volver de La Olmeda y de Saldaña, hubo gente que volvió a sus lugares de procedencia.

Al final nos enteramos de que Pilar estaba bien (un error hizo que se quedara en tierra mientras su marido la buscaba en la Olmeda).
Habían vuelto a Madrid, y estaban bien... menos mal.

Los que nos quedamos en Aguilar, decidimos quedar para cenar.

En el siglo XX (qué raro) y conocimos a un nuevo compañero, Iulius que nos ayudaría a las féminas, a ganar a los chicos en el grato arte del futbolín.

Gracias a él, la derrota primera se convirtió en victoria.




Decidimos tomar la última en nuestro apartamento, y allí planeamos la siguiente visita cultural (para algunos, otros regresaban a casa a primera hora)
He de reconocer que el que mejor se lo pasó fue Brais.

Se apalancó al lado de Iulius, y hasta que no vació el cuenco de patatas fritas no le dejó en paz.

Los demás... dando cuenta de unas palomitas y algún vinito, nos dedicabamos a jugar al asesino y a reirnos aún después de muertos.

Llegada la hora (y después de que los vecinos nos dieran algún que otro toque por los decibelios provocados por nuestras risas) empezamos a despedirnos de los que se iban y a planear el desayuno con los que ibamos de visita al "Perdurománico erótico"

Pero eso os lo cuento en otro momento.

¡¡¡Ta mañana, perdularios!!!


























Ayssssssssss, que se ha levantado un dia nublado... que nos acompañará todo el día por el Perdurrománico.

Sólo se calmará de vuelta en Aguilar, cuando nos tomemos el café frente al rio (el Pisuerga, por cierto... que ya sabeis que pasa por donde le da la gana... y hoy sa venido a Aguilar con nosotros)


Todos dispuestos en la cafetería del Hotel Valentin.

Hoy Brais tambien viene con nosotros. Llevamos maletas y demas enseres en los coches, y alguno tiene que dejarlo en el Hotel o en consigna.



¡¡Vengaaaaaa!!!

Vamonos...













Viaje al románico erótico
Son pequeñas, no tienen una importancia capital dentro de las obras de su estilo y se localizan en poblaciones aisladas, casi abandonadas algunas. 





Pero en sus portadas, ventanas, canecillos y capiteles se esconden unas de las más sorprendentes manifestaciones realizadas en toda la historia del arte.
Se trata de desvergonzadas tallas, atrevidos motivos, detalles de una procacidad tan evidente, que por mucho menos, ciertas fotografías son tachadas de pornográficas.











Tan llamativo como su provocador sentido, es constatar que fueron esculpidas en el profundo medievo, uno de los periodos de la historia más oscuros y represores que jamás han existido.
Sin embargo, aquellos anónimos artistas supieron regatear la estricta moral imperante o acertaron a disfrazar sus provocativas obras, consiguiendo que perduraran durante siglos, para causar casi mil años después, la incredulidad en aquel que las descubre.








Ciertamente, si el románico relaja nuestras mentes gracias a su armonía y equilibrio arquitectónico, también nos estimula e inquieta con la fantasía de sus esculturas.

Ciertamente no deja de sorprender la presencia en numerosas iglesias de canecillos, metopas y capiteles esculpidos con escenas más o menos subidas de tono.







Aunque es por todos conocida la habitualidad con la que otras civilizaciones esculpían o pintaban escenas eróticas, como en el caso de los templos hindúes, las pinturas murales romanas (Pompeya es un buen ejemplo) o las cerámicas griegas, nos cuesta asimilarlo en el arte religioso cristiano.



 





 Desde nuestra mentalidad actual, en que la sexualidad conserva una cierta carga de vergüenza e indecoro, el sitio en que menos podríamos esperar encontrar esculturas de este tipo es adornando iglesias cristianas.






En el románico español, este arte erótico lo podemos encontrar en innumerables iglesias.

En Palencia se sitúan en la zona nororiental, en la Montaña Palentina, que es vecina a Cantabria.
Entre los lugares concretos citamos San Cebrián de Mudá, Revilla de Santullán, etc.


Es claro que la mayor densidad de iconografía sexual se halla especialmente en el sur de Cantabria y norte de las provincias de Palencia y Burgos, siendo el epicentro de este tipo de escultura la célebre Colegiata de Cervatos, junto a Reinosa.




Oscurecida ante la importancia de otros monumentos románicos de la meseta castellana, la Colegiata de San Pedro es un hito de su estilo en Cantabria y guarda el más importante repertorio del arte erótico románico.









Tipos de representaciones del románico erótico
Estas representaciones eróticas se hallan mayoritariamente en el exterior de las iglesias, muy frecuentemente en canecillos y menos en metopas.
También hay casos (Cervatos) en que la encontramos en los capiteles de ventanales.
Es mucho más excepcional hallarlas en el interior.




En las escenas sexuales del arte románico hay una serie de representaciones que se repiten con frecuencia y que son:

*Hombres itifálicos (onanistas o no). También se representan animales (por ejemplo, monos) en esta misma actitud.
*Mujeres mostrando su sexo (se interpreta que cuando llevan su cabeza cubierta por toca se trata de mujeres casadas)
*Coitos entre humanos
*Coitos entre animales







 


Todo ello sin contar con las frecuentes representaciones de fiestas, juglares, bailes, etc.
Algo de lo que queremos dejar constancia aquí es del hecho de que, frecuentemente, estos canecillos y capiteles de contenido sexual se hallan especialmente mutilados o erosionados.

Al deterioro normal de tantos siglos de existencia, hay que añadir las agresiones deliberadas de que fueron objeto en el pasado.

Todavía algunas personas de avanzada edad cuentan cómo, entre los niños, era costumbre en los pueblos lanzar piedras a éstas y otras representaciones, en ocasiones animados por el propio párroco.

La interpretación más habitual es que esta iconografía erótica se expuso en los templos como aviso contra los pecados de la carne y su correspondiente castigo.




Quienes apoyan esta tesis suelen citar casos del románico y en el gótico donde personajes lujuriosos son representados siendo arrastrados y atormentados en el infierno, o mujeres siendo mordidas en los pechos y sexo por serpientes.

En algunos motivos, parece castigarse uno de los pecados capitales, la lujuría o en ocasiones ser una manifestacion del castigo al adulterio.

Podríamos decir que esta teoría es opuesta a la anterior. Quienes la apoyan, aseguran que la sociedad del siglo XII tenía conceptos morales distintos a los actuales y que la represión sexual era mucho menor.




En este contexto de inhibición, el sexo sería algo más cotidiano y menos ocultable que ahora, por lo que los escultores románicos locales representarían escenas eróticas como parte de las costumbres normales de la sociedad en que vivían.

Además, es posible la influencia añadida de Al-Andalus en ese sentido, por la percepción de sexo por el Islam como fuente de felicidad y de bien.


Mensaje
 



Para otros autores, lo que aquí se exalta es el poder procreador y la necesidad de reproducción del ser humano.
La Europa medieval era víctima de frecuentes guerras y mortandades (incluyendo las provocadas por las Cruzadas) y había que estimular el crecimiento de la población.

En España se añadía el factor de la repoblación de territorios conquistados a los musulmanes que requería grandes contingentes de personas.




Resumen
Si la escultura románica encierra en su iconografía todo un mundo complejo de significados y simbolismos, se nos antoja poco probable que obtengamos nunca una única y segura interpretación del arte erótico románico.

Quizás todas estas interpretaciones tengan algo de verdad o quizás el románico erótico obedezca a razones todavía insospechadas.

También puede ser que estas esculturas estén colocadas allí para que cada uno saque sus propias conclusiones en función de sus necesidades e inquietudes (una especie de Test de Roscharch pétreo, ideado hace ocho siglos).


http://alonsoenruta.blogspot.com.es/2012/04/ruta-por-el-romanico-erotico-espanol.html http://www.arteguias.com/arteerotico.htm http://www.elmundo.es/elmundo/2010/03/22/castillayleon/1269253196.html https://www.google.es/search?q=itifalico&ie=utf-8&oe=utf-8&aq=t&rls=org.mozilla:es-ES:official&client=firefox-a











A la explicación sobre el románico erótico que encontré en varios sitios, poco puedo añadir yo.
Sólo que la Excelentisima reverenda Superiora de la Orden Perdularia venía con nosotros...

Y aprovechó el momento para ordenar a dos novicias perdularias que estaban deseando profesar, en nuestra CiberOrden.




Que los demás dimos la Bienvenida a dichas novicias que para nosotros, ya eran perdularias de Facto.

Que nos reimos muchísimo y sobre todo aprendimos más.




Que Brais se ha declarado el perrito más culto y perdulario del mundo...

Y que sobre todo...

Vinimos limpitos y desposeidos de todo pecado y vicio.

Aqui la muestra.





Aunque me da que volveremos a perdulariar no tardando mucho.





SALUDOS PERDULARIOS



Me he dejado muuchas cosas, pero he intentado contar cómo nos fue y lo gratificante que resulta asistir a esos cursos.

Una vez más (deben estar hartos,pero se merecen eso y más) quiero reiterar las gracias a Pilar Fernandez Uriel por todo, especialmente por ser como es.

A José Ángel por su savoir faire y su entrega.

Y al resto, por hacerme disfrutar cada vez que coincidimos en estos y otros lugares.

Un abrazo enorme a todos

Hath



1 comentario:

  1. Hasta aqui el Curso de Palencia 2012 en Aguilar de Campoo.
    Ha sido un copia pega de la Crónica que hice en aquel momento en un foro que ya no existe.
    Ha sido un poco complicado, porque el formato no era el mismo y adaptarlo, con un ordenador que creo esta pidiendo un relevo, ha costado un poco.
    Pero aqui está.
    Ha sido divertido recordar aquellos dias, y he disfrutado haciendolo.
    Un abrazo a todos
    Esther

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