Buenos días
Ya he contado mi llegada a Medina del Campo y mi encuentro
con Marta Bailón.
Hemos dejado mi maleta en mi hotel (recordad que estaba al
lado de la estación) y hemos llegado al Centro asociado, en el que ya están
algunos de nuestros compañeros.
Nos presentamos a los nuevos, saludamos a los conocidos de
otras veces y pasamos al aula donde Adolfo Domínguez Monedero, catedrático de
Historia Antigua de la UAM nos va a hablar de un tema muy interesante
El tirano y sus apoyos en
la Grecia Antigua
La palabra griega tyrannos parece ser un préstamo lingüístico de alguna
lengua de Asia Menor, probablemente el lidio.
El uso del término en la literatura griega clásica es
neutral, sin connotaciones negativas, entre los trágicos e historiadores del
siglo V: así se usa por Heródoto en su Historia y por Sófocles en Edipo rey
No hay que confundirlo con el uso moderno y contemporáneo
del término "tirano”, que insiste en rasgos desmesurados, como la
rapacidad, la crueldad, la arbitrariedad y la injusticia; lo hace sinónimo de
los términos, también convertidos en peyorativos, de déspota (título del
Imperio bizantino), sátrapa (dirigente provincial del Imperio aqueménida) o
dictador (magistrado excepcional, pero legal, en Roma)
Entre los antiguos griegos el término no estaba tan cargado
de connotaciones peyorativas: en principio tenía una connotación positiva,
puesto que muchos tiranos eran queridos y muy populares entre los ciudadanos de
las polis (hasta el punto que algunos se contaron en la lista de los siete
sabios de Grecia), aunque la "demagogia" o "populismo" de
su forma de acceder al poder y conservarlo también fueran criticadas por los
anteriores ocupantes del poder (la aristocracia), y la corrupción política de
su ejercicio por parte de muchos de ellos terminara convirtiendo en odiada la
figura de los tiranos, que pasaban a ser a su vez depuestos o incluso
asesinados (tiranicidio).
El tirano ocupaba el poder no por derecho (de iure), sino
que lo detentaba por la fuerza (de facto).
Las características más importantes de una tiranía como
sistema de gobierno eran:
*Se trataba de un gobierno ilegitimo. Era implantado por la fuerza.
Interrumpía la cadena de gobernantes existentes hasta ese momento, la mayor
parte de las veces, pertenecientes a la aristocracia (eugeneia=bien nacido)
*Necesita apoyo detrás. Suele ser apoyada por grupos
descontentos con la situación vigente hasta ese momento. Se asienta sobre
inestabilidad social, deudas, descontento general.
*Se convierte en EL PODER, a través de estrategias. Siempre
es un aristócrata el que utiliza sus medios para conseguir mediante
conspiraciones, sus intereses.
Sólo hay Tiranía cuando se ha generado un CONTRAPODER dentro
de la Polis.
El Tirano pretende educar al pueblo para tomar el poder
(DEMAGOGIA) educándolo y aleccionándolo. Los poetas y filósofos utilizaran sus
armas, para atraer gente, para fraguar el nuevo poder en la polis.
Entre las más importantes tiranías que nos relata la
historia encontramos en Corinto a Cipselo, en Argos a Fidon y en Atenas a
Pisístrato, quien depuso al gran Solón, uno de los siete sabios de Grecia.
Los tiranos llegaron con frecuencia al poder a través de
revueltas populares y gozaron de la simpatía pública como gobernantes, al menos
en sus primeros años en el poder.
Tuvieron un sustento popular ya que usando su poder
demagógicamente ayudaron al pueblo y durante estos periodos se lograron
importantes avances en los territorios en que se manifestaron.
Para contrastar la "popularidad" de un tirano
benevolente con la "impopularidad" de un tirano opresivo, se dice que
Cipselo podía pasear por las calles de Corinto sin escolta de ninguna clase (a
pesar de la violencia de su llegada al poder, exterminando a los baquíadas en
el 657 a. C.), mientras que su hijo Periandro tenía que hacerse acompañar de
una guardia de mercenarios de cuya lealtad se aseguraba personalmente.
El sucesor de Periandro, su sobrino Psamético, no pudo
mantenerse en el poder, y fue depuesto a los tres años, siendo el último de los
cipsélidas (de los dos hijos de Periandro, uno era de corta inteligencia y el
otro, Licofrón, a quien había exiliado en Corcira, actuó de tirano allí hasta
que fue asesinado por los habitantes de esa polis antes de que pudiera volver a
Corinto, a donde le había llamado su padre para sucederle).
Pisístrato era pariente lejano de Solón y, apoyado por el
pueblo, recurrió a artimañas para conquistar el poder de manera ilícita.
Al cabo
de cinco años sus rivales se aliaron para derrocarlo pero, tras varios
enfrentamientos entre ellos, Megacles se alió con Pisístrato y le restableció
en el poder tras acordar que éste es casaría con su hija.
Pero Pisístrato no
cumplió el acuerdo y una segunda unión de sus enemigos lo derrocó por segunda
vez exiliándolo ente los años 555 y 546 a.C.
Finalmente volvió a conseguir el
poder gracias a la ayuda de otros tiranos griegos y se mantuvo en el hasta su
muerte en el año 528/7 a.C.
De Pisístrato cuenta Aristóteles que eximió de impuestos a
un agricultor a causa de lo particularmente infértiles que eran sus tierras.
Fidón "democratizó" el ejército, superando el
combate singular de los campeones homéricos mediante la unidad disciplinada de
los ciudadanos en la falange hoplítica, de tal forma que se ha llegado a
denominar el proceso como "revolución hoplítica".
Aristodemo de Cumas, contemporáneo de Tarquino el Soberbio. Habiendo
escalado el poder, hizo luego pesar sobre todos la más odiosa tiranía. Para
conservar la autoridad suprema, hizo desarmar a todos los ciudadanos, se rodeó
de una guardia compuesta de hombres desalmados y procuró enervar a la juventud,
corrompiendo las costumbres.
Algunos años después, los nobles reunidos se
apoderaron de Cumas y le hicieron morir con sus hijos en medio de horribles
tormentos en el año 592 a.C
Bajo una interpretación socio-económica, la tiranía griega
fue fruto de la lucha de las clases populares contra los abusos de la
oligarquía de los aristoi (aristocracia) y los basileos (reyes-sacerdotes),
cuyo derecho a gobernar venía sancionado por las tradiciones ancestrales y la
mitología.
La TIRANIA cambiaría radicalmente la vida política de Grecia.
... Vamos a tomarnos un café y ahora volvemos
Después de un café en un bar cercano, nos
metemos de lleno en el curso.
A partir de ahora será en Roma y en el análisis
de su Historia que intentaremos ver ese CONTRAPODER del que trata el curso.
El profesor Javier Cabrero será el
encargado de la siguiente ponencia.
¿Salvar la República? Catilina
Lució Sergio Catilina será un personaje
fundamental para entender mejor el panorama político que llevó al afianzamiento
de los poderes personales en detrimento del orden "constitucional" establecido.
La historiografía de la época fue contraria
a Catilina.
Tal vez Catilina no sea ese depravado que
nos han descrito, ni Cicerón el defensor de la República, ni siquiera César fue
tan ajeno a los sucesos de mediados de
los 60 como hizo creer.
En un primer Intento salieron elegidos P.
Cornelio Sola y P.Autronio Parto, pero fueron acusados de corrupción y
sustituidos por L. Aurelio Cotta y L.
Manlio Torcuato.
Catilina, en unión de los depuestos cónsules,
planeó asesinar a Aurelio Cotta y a Manlio Torcuato y hacer una purga en el
Senado.
Al Senado llegaron rumores de lo que
tramaban Catilina y su cómplices, por lo que dio permiso a los cónsules para
que fueran a la toma de posesión protegidos por una guardia personal lo
suficientemente numerosa como para impedir cualquier intento de asesinato.
Catilina y sus socios no fueron encausados
al no poderse demostrar el complot.
A pesar del fracaso, Catilina no cejó en su
empeño por adueñarse del poder.
Se presentó a las elecciones consulares del
64 a.C.
La nobilitas decidió dar su apoyo
mayoritario a otro candidato, M. Tulio Cicerón, que se mostraba ya como uno de
los grandes oradores romanos.
La campaña electoral fue durísima.
Finalmente el victorioso fue Cicerón que fue elegido cónsul con C. Antonio.
La oposicion se plasmó en un revolucionario
proyecto de ley agraria presentado por el tribuno de la plebe P. Servicio Rulo.
Esta ley tenía por finalidad limitar la
capacidad de decisión del Senado y obtener para los miembros de la comisión un
poder que incluso superase los que Pompeyo poseía en ese momento.
El ataque que
Cicerón realizó contra esta ley fue extremadamente virulento poniendo al descubierto
las secretas aspiraciones de los que la habian impulsado.
En estos momentos de la pugna política
entre Craso y Pompeyo, fue Julio César, quien tomó la bandera del
enfrentamiento con Cicerón.
César demostró que era inhábil político y
supo contemporizar entre los deseos de Craso y Pompeyo sin ofender a ninguno de
los dos.
En el 63 a. C. Pompeyo estaba a punto de
regresar de Oriente y una buena parte de la oligarquía senatorial creía que
ello supondría la instauración de una nueva dictadura, semejante a la de Sola,
pero de signo político contrario.
Catilina no ceja en sus aspiraciones
presentandose una vez más en el 62 a. C. Aunque ahora no contará con el decidido
apoyo de Craso.
En 66 a. C. trama una acción semejante que
fracasa al verse descubierto.
Cicerón narra en sus cuatro discursos
contra Catilina (las conocidas Catilinarias), estos sucesos. Con las pruebas en
la mano denuncia ante el Senado, la existencia de un complot en su contra y
logra que Catilina sea expulsado de Roma.
Catilina se refugiará primero en Fiésole y más
tarde intenta tomar Preneste, fracasando.
Deciden una nueva fecha para la sublevación
a primeros de Noviembre. Siendo los cabecillas, detenidos, encarcelados y poco después
ejecutados.
Catilina había regresado a Roma y "se libró". Enterado
del ajusticiamiento de sus compañeros encabeza la revuelta con el pequeño ejército
que había logrado formar.
Perderá la vida al ser derrotado en Pistola.
Estamos en el umbral de la formación del
primer triunvirato, un acuerdo privado para el reparto del poder.
Este fue el camino que llevó a la guerra
civil entre César y Pompeyo, tras la desaparición de Craso, a la dictadura de César
y su asesinato, lo que puso a Cicerón de nuevo en el primer plano de la vida política
al protagonizar un encendido enfrentamiento con Marco Antonio, recogido en las
catorce Filípicas, que fueron el preludio de su muerte.
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