El curso está terminando aunque aún quedan muchas cosas que
aprender.
Esta ponencia será doble.
Sandra de Arriba Cantero nos recordará y ampliara el
concepto de amistad en el mundo romano y más tarde como se aplica en el ámbito doméstico
en la Villa de la Olmeda.
De esta fantástica villa romana, ya conocida por nosotros
pudimos hablar en cursos anteriores
pero hoy, volveremos a visitarla para conocer nuevos
hallazgos y sobre todo, ver in situ lo que la profesora Sandra de Arriba Cantero nos va a contar.
UN ESPACIO PARA LAS RELACIONES INTERPERSONALES:
La Villa Romana de la Olmeda
Primero analizará el concepto de amistad (AMICITIA) en el
mundo romano a través de sus fuentes.
Vamos a ver como aparece muy patente en epitafios y
monumentos funerarios de cuyo estudio se puede extraer información cultural
y religiosa.
A través del género epistolar, del que Seneca es un
claro ejemplo en sus “Cartas morales a Lucilio”, en tratados filosóficos como la “AMICITIA
de Cicerón” que ya tratamos antes, e incluso en la poesía y el teatro
romanos.
Veremos como la amistad aparece en otros contextos como el
asociacionismo de los “collegia” con las cuales se trataba de lograr,
mediante la reunión de los recursos individuales entre personas de condición
humilde, la prestación de ciertos servicios indispensables
Los pactos de hospitalidad que eran la obligación de
ofrecer hospitalidad a los extranjeros, que no sólo debían ser recibidos
amistosamente, sino que tal recibimiento otorgaba prestigio al hospedador.
El
pacto de hospitalidad se solía acordar en un documento denominado tésera de
hospitalidad, una lámina de metal recortado con distintas formas
Mediante el clientelismo en el que patronos y
clientes debían observar determinadas obligaciones. La relación clientelar era
hereditaria. Hacía que un hombre perteneciera a la familia de su patrón, por lo
que podía ser enterrado junto a él y llevaba como segundo nombre el de su gens.
Y más tarde, cómo esos espacios para la amicitia se ven
reflejados en la arquitectura doméstica, y en este caso concreto en la Villa de
la Olmeda.
La villa romana de La Olmeda fue concebida como villa
palaciega suburbana de recreo y explotación agro ganadera;
La casa familiar romana ha de ser reflejo de la categoría
social y económica de los que habitan en ella. Como si de una representación
teatral se tratara, se convierte en foro privado, en reflejo de las redes
clientelares.
Y para ello, se elige un tipo de edificación y decoración
pensada para convencer de la posición
social y riqueza del dueño de la casa.
Es una ostentación de la categoría social del dueño y en la
Villa de la Olmeda se ve muy claro.
El núcleo principal de La Olmeda, tanto por su importancia
como por el valor de los restos conservados, es la mansión; suntuoso edificio
de carácter palacial concebido para la residencia temporal o estable de la
familia propietaria de la explotación agrícola, sin duda, a la vista de su
magnitud y riqueza, de alto nivel económico.
Al respecto, llama la atención la sala conocida como "OECUS";
estancia de grandes proporciones en la que ha llegado a nuestros días el único
mosaico de carácter figurativo de todo el yacimiento de La Olmeda.
Al costado oeste de la mansión y comunicada con ésta a través de un corredor que nace de la crujía lateral del patio, se situaba un lujoso edificio de baños cuyos restos llegados a nuestros días nos han permitido conocer de una manera bastante aproximada su estructura original.
Pero eso, vamos a verlo en un rato personalmente.
La última actividad del curso será la visita a la Villa de
la Olmeda.
Un broche de lujo para un curso que ha servido para darnos
cuenta que la amistad en tiempos de Roma y en tiempos actuales, es la relación
entre personas que se relacionan para un afán común… en nuestro caso, una vez más, LA HISTORIA.
¡¡¡Hasta pronto!!!
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