Año raro este que se va...
Del que quedan apenas unos días, en los que sin embargo
seguimos aprendiendo tanto...
Año de cerrar y abrir puertas que hacen menos ''aburrida''
tu existencia.
Y es que... el año no quiere marcharse sin enseñarme más
cosas...
Y a veces tengo la sensación de que no ''me cabe mas''...
pero siguen ocurriendo cosas que me demuestran el bagaje de algunos humanos.
Una pena cuando sufro una decepción y una alegría cuando me
sorprenden gratamente.
Sea como sea…
hay que seguir adelante...
¡¡Seguir en la brecha!!
Aunque a ratos te preguntes para qué quieres saber tanto...
para qué, cuando vives en un mundo en el que utilizamos la vida y la muerte en
nuestro propio interés.
Quedan apenas tres dias...
Y siento que la Esther del uno de Enero no se parece mucho a
la de hoy dia 27.
Mañana es el día de los Inocentes, ya veces me siento como una pardilla.
Inocente de mi, aún sigo creyendo en el ser humano.
Y no me doy cuenta que hay algunos seres, mas humanos que
otros.
Sigo confiando en la bondad de la gente…. Y me doy de bruces
contra el muro del egoísmo.
Una pizca de alegria, esperanza y espontaneidad se quedaron
en el camino en estos ultimos 360 dias...
Y me siento como si hubieran pasado años...
Amigos que decidieron quedarse fuera.
Gente incapaz de decirte “ahí te pudras”, que no aportan
sino negatividad a mi vida.
Hubo problemillas tontos ante los que, los que eran grandes amigos, dijeron
no estar dispuestos a aguantar y se marcharon…
Hubo alguna persona que volvió a sorprenderme muy gratamente.
Que ante un problema que para mi era serio…ante el dilema
de “¿te quedas en mi vida o te
marchas?” demostraron ser las grandes
personas que yo sospechaba.
En este año hubo dolor y personas que ante ello acudieron
raudas con una garrafa de árnica.
Y luego hay gente que, entró en mi vida en este año y parecen
dispuestos a quedarse en ella.
Ha sido un año de abrir y cerrar puertas.
A partir de Septiembre, y ante un simple pie roto que aún hoy, me
complica la existencia, aprendí que hay grandes personas en mi vida.
Y le pido a Dios las mantenga mucho tiempo en mi vida.
Porque quien tiene un amigo, tiene un tesoro...
Y yo soy millonaria con ellos.
Hace tiempo un amigo me dijo que, si alguien no te aporta
nada es mejor sacarlo de tu vida.
Y aunque me ha costado mucho, lo hice.
Y es que en una silla de ruedas, o con muletas…
Es preferible ir ligera de equipaje y llevar solo lo
imprescindible.
Hay cosas, personas…que pesan demasiado en tu mochila y te
impiden caminar ligero.
Me he vuelto un poco pedante, supongo…
Pero he decidido hacer dos listas.
Una de las cosas y personas que me hacen crecer.
Hay situaciones por las que no merezco pasar.
Y solo estoy dispuesta a hacerlo por gente que me quiere y a
quien yo quiero.
Quiero dar las gracias a este año porque, a través de todas
esas experiencias (las buenas y las malas) aprendí tantas cosas…
Que todos jugamos un papel en la vida del otro, y que si
alguien se va de tu vida es porque ya no “pinta” nada en ella.
Y que de todo se aprende.
Sobre todo de lo malo.
Y para terminar y no cansar mucho, me remito a una enseñanza
que alguien me envió el otro dia.
Aquí va:
"En la INDIA se enseñan las "Cuatro Leyes de la
Espiritualidad"
La primera dice:
"La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie
llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que
interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar
en cada situación.
La segunda ley dice: "Lo
que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero
nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber
sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el:
"si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que
pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que
aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones
que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro
ego se resistan y no quieran aceptarlo.
La tercera dice: "En
cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza
en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para
que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.
Y la cuarta y última: "Cuando
algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras
vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir
adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia. Creo que no es casual
que estén leyendo esto, si este texto llegó a nuestras vidas hoy; es porque
estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el
lugar equivocado".
Un abrazo a todos.
Y que el 2014, no sea distinto…
Que los que seamos distintos seamos nosotros.
Esther
.