¿fenomenos para normales o Paranormales?

 
Pues algún fenómeno paranormal si había en ese lugar, porque llegamos todos a tiempo y sin perdernos.... y eso en nosotros es bastante extraño.




Nos habían contado la Historia de la Cueva de la Luna, una de las teorías dice que se trataba de un enclave templario. 

 

Corría el año 1509 cuando el Cardenal Cisneros, partió con un ejercito patrocinado por él desde Alcalá de Henares a la conquista de Oran. 

Al pasar por Titulcia ocurrirá una misteriosa aparición de una cruz el en firmamento. 

Posteriormente se repite el suceso dos veces mas; primero en Cartagena y luego en Mers-El-Quivir, ya en el Continente africano y a escasa distancia de Oran.


Según Armando (el cuevero) :

 "De una manera u otra la Cruz templaria aparece en la cueva de la Luna como la directriz de un mensaje ocultista, que por algún motivo especial quisieron mantenerlo en la oscuridad de los tiempos. 
 Hoy este mensaje, solamente los iniciados, y el 20 por 100 de las personas que visitan esta cueva especialmente mujeres, saben traducirlo, captando sus vibraciones, manifestaciones en diversas formas espirituales y corporales, pasando del consciente al subconsciente y de la materia al espíritu en un cambio de estado increíble... ".


 
Nosotros captamos el mensaje primigenio de nuestros estómagos....

Y decían que tenían hambre.

Y les hicimos caso.










Y nos pusimos como el Quico (no sé quien sería ese señor, pero debía comer mucho el hombre porque todo el mundo le nombra)... que comimos bien y bastante...vamos.

Unas ensaladas, revuelto de trigueros, huevos modernos, queso lugareño, y no se cuantas cosas más de primero, a repartir que estamos muy bien avenidos 

De segundo, hubo algunos que pedimos emperador o magré de pato...
Otros intentaron comerse un buey enterito y tuvieron que desechar la idea.
Por supuesto el vino no podía faltar (había que reunir fuerzas para bajar a la cueva)...
Postre y café.
He de reconocer que mi helado de Tiramisú me quitó el miedo y me sentía capaz de ir a cualquier sitio.

 Por si acaso...

Una ceremonia de protección para evitar males mayores, dirigido por la organizadora del evento: Atenea.
 
...que allí todo el mundo se reía de los efectos de tanta energía... pero todo el mundo lo hizo, 

...por si acaso.

Y bajamos a la cueva las primeras... 

Topi, Lydia y yo... que si había buenas vibraciones las queríamos todas para nosotras.

Habíamos ido pertrechados de linternas y flores, pero la cueva estaba iluminada en su bajada.

Un olor a flores inundaba todo el camino.

 Una escalera que baja desde el restaurante, desciende una profundidad de diez metros y desemboca en una cúpula de dos metros y medio de radio. 

  

Se sabe que la cúpula central tiene características geodesicas y cosmográficas y representa la media luna, símbolo guerrero moro.




De ella salen tres galería, de las cuales solo una esta a la vista. 

Todas las galerías forman un ángulo de noventa grados. 

Una vez abajo, sorprende la amplitud de la cúpula y las largas galerías, en cuyos techos y paredes están grabadas cruces templarias.

Por el suelo, pequeños cúmulos rematados con restos de vela; en los rincones se acumulan los ramos de flores.

 La cueva de la luna no es solo un monumento conmemorativo de la cruz que se le apareció a Cisneros, sino, un santuario, un templo. 

Allí, en el centro depositamos nuestras flores y pedimos nuestros deseos. 

 Por supuesto, con la promesa de volver cuando se cumplan, a llevar unas flores...como es la tradición.

No sé si esa cueva tenía una energía especial.

Si lo que cuentan es cierto.

Yo me sentía muy a gusto con mis amigos.

No solo allí dentro, sino durante todo el día. 



Tal vez, la buena energía la llevabamos nosotros y la Cueva, solo hizo que darnos la razón a todos.

Cuando un grupo de amigos se reunen y comparten cosas juntos, la buena energía circula entre ellos.

Y allí, desde luego la había.


Y la hubo en Chinchón...


La siguiente etapa.