Otro cafetito en el bar cercano (no olvidemos que la amistad
se fortalece en torno a una mesa comiendo y bebiendo, desde tiempos
inmemoriales) y volvemos a la Uned.
Milagros Moro Ipola es la siguiente ponente.
He de admitir que yo
la esperaba desde hace algunos cursos.
Nunca olvidaré su ponencia en Aguilar de Campoo en el 2012
sobre Las relaciones paterno-filiales en
Roma.
Creo que desde entonces, mi opinión sobre algunos personajes
históricos (y especialmente sobre Calígula) ha variado sustancialmente
MARCO AURELIO Y FRONTON
La amistad, como todas las relaciones entre los seres
humanos, puede ser muy variada y compleja.
La que unió a Marco Aurelio con Fronton es, por diversos
motivos, de lo más singular.
Singular porque los adolescentes buscan en la amistad los
gustos, aficiones e interese propios de la edad.
Y en ellos la diferencia de edad era manifiesta.
Cuando Marco Aurelio conoció al que sería su instructor y
amigo durante el resto de su vida tenía apenas 17 años, mientras que Frontón podría superar ya
la cuarentena.
Pero no solo es en la edad en lo que esta relación se escapa
de lo habitual.
Aquí nos encontramos con la relación, no solo entre un
maestro y su alumno sino que además, ese alumno es el futuro emperador.
Sin embargo es el primer detalle y no el segundo el que hace
que esta no sea una relación “inter pares”. Por mucho que Marco Aurelio fuera
el delfín de Roma, Fronton siempre fue el maestro y aquel el discípulo.
Y esa distinción duró toda la vida.
Fronton nunca fue un empleado.
Relación curiosa y nada usual, tanto desde el punto de vista
generacional, como profesional o social. Pero funcionó y duró hasta que,
alrededor del año 167 d.C. Fronton falleció.
Hacia el año 138 d.C. Fronton es un abogado de éxito y un
orador de prestigio.
Es entonces cuando recibe el encargo de instruir al joven
Marco en el arte de la retórica.
Desde aquel momento, y hasta el final de los días del
maestro, la relación entre ambos irá cambiando haciéndose más personal y menos
laboral, aunque eso no signifique que Fronton dejara de aconsejar y orientar a
su pupilo.
Siguió siendo el guardián de Marco.
Lo que el tiempo no transformó fue el afecto y, sobre todo,
el respeto que los dos se tenían y que incluía a sus respectivas familias.
Los alrededor de 30 años que duró su amistad dieron para
muchas cosas: confidencias, pequeñas regañinas, felicitaciones, aprendizaje,
angustias, meditaciones, anécdotas, malos momentos… pero sobre todo, cariño y
afecto.
Y todo ello es conocido gracias a la correspondencia que
ambos mantuvieron y que hoy está recogida en parte, en el Epistolario
Como comentábamos antes, la relación entre Marco Aurelio y
Fronton terminó hacia el año 167 con la muerte del maestro.
La última carta conservada es de alrededor de un año antes
Como punto final la profesora nos pone una especie de
adivinanza.
Nos cuenta que ella es poseedora de una caja de Pandora, de
la que nos ha traído algo.
Y debemos adivinar que hay dentro.
No podía ser de otra manera….
El nexo de unión que unió a estos dos amigos, la tablilla y
el estilete.
Su forma de comunicarse.
.
Subsanado el error.
ResponderEliminarMe habia equivocado en una imagen... :(