...continuamos
Como veremos durante todo el curso, los seres humanos
solemos demostrar y manifestar nuestra amistad alrededor de una mesa.
Y nosotros, en pleno siglo XXI hacemos lo propio
acercándonos al bar más cercano a tomar café.
A la vuelta, Bárbara Böck expecialista en Lenguas y Culturas
del Mediterráneo y Oriente Próximo de CSIC, va a hablarnos de un tema que ha
creado una diferencia de criterio entre los filólogos y especialistas de esa
cultura
GILGAMESH Y ENKIDU
La epopeya de Gilgamesh fue hallada en un total de 12
tablillas de barro endurecido, redactadas en lengua acadia y escritura
cuneiforme, que narran con escasas lagunas las aventuras del héroe sumerio y su
amistad inquebrantable con Enkidu, el salvaje, nacido en las tierras altas.
La Doctora Böck plantea un probable paralelismo entre la
epopeya de Odiseo y la de Gilgamesh.
El legendario Gilgamesh era un hombre de extraordinaria
belleza y magnetismo, que reinaba en la ciudad de Uruk, junto al río Éufrates.
Pero, por desgracia, su actitud tiránica provocó la ira del
dios Anu, que, para limitar su poder, envió en su contra a Enkidu, un hombre
nacido del barro por obra de la diosa Araru.
El hermoso héroe y el fornido salvaje entablaron una larga
lucha cuerpo a cuerpo, hasta que Gilgamesh se alzó con la victoria, perdonando
la vida a su oponente, quien, agradecido, se convirtió en su íntimo y devoto
servidor, jurándole amistad eterna.
A partir de este momento, los dos amigos inician un
impreciso itinerario en busca de fama y gloria.
Primero, en el Bosque de los
Cedros, luchando contra el ogro Humbaba, a quien derrotan y roban madera
suficiente para embellecer la puerta principal de Uruk.
Pero he aquí que a la diosa Ishtar, no se le ocurre otra
cosa que enamorarse del apuesto héroe, quien, sorprendentemente, rechaza su
compañía para vivir al lado de su musculoso amigo mil y una aventuras.
La negativa de Gilgamesh sentó tan mal a Ishtar, que en
venganza ésta envió contra Enkidu al feroz Toro Celeste, al que el salvaje humano logra dejar fuera de combate con la ayuda de
su compañero.
Hay un debate sobre la naturaleza de la amistad entre el rey
de Uruk y el hombre salvaje.
Algunos asiriólogos defienden la idea de que entre los dos
había una mera amistad profunda y verdadera. Otros, asumen una relación
homosexual y lo justifican en la negativa de Gilgamesh a Isthar.
Sea cual sea la interpretación que hagamos sobre esta
historia de amor entre los dos hombres, no hay lugar a dudas de que el Gilgamesh
es un relato de carácter iniciático, en el que un joven inmaduro llega a
aceptar la realidad inexorable de la muerte y a convertirse en hombre recto y
sabio, aprendiendo de los éxitos y, más aún, de los fracasos
Y aquí terminan las ponencias de hoy.
Hemos tenido un buen comienzo con temas algo más que
interesantes.
Hemos aprendido que la amistad, aunque denominada de otras
formas y/o en otras lenguas suele manifestarse a través de la comida y la
bebida.
El pan y la cerveza, el symposium, el convivium, el ágape…
Y nosotros vamos a hacer lo propio que para eso somos amigos
que gustan de eso que llaman Historia.
¡¡Hasta mañana!!
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