Este año se jubila mi maestra.
O mi “seño”, como la llamo cariñosamente.
Pilar Fernández Uriel nunca fue profesora mía. Cuando hice
Historia Antigua, en la carrera, otra profesora fue la encargada de darnos
clase.
El Centro asociado estaba en San Bernardo nº 70, y era Ana Vázquez
Hoys quien daba clase allí.
Después tuve que dejarlo…
Un problema con la compra de mi casa (en la que ahora vivo)
hizo obligatorio recortar todo lo posible. Nos habían estafado y costó salir de
aquella, pero se hizo.
Tras mi paso de dos años por Galicia, esa tierra de la que
me enamoré hace tiempo, volví a Madrid y tuve que recomponer mi vida.
Yo había
vuelto con el corazón roto, pero con unas ganas enormes de ponerle tiritas, de
curar esas heridas que la vida nos hace y que conforman nuestro carácter, al
fin.
Y volví a estudiar en la UNED.
Fue cuando conocí a Pilar.
Un compañero daba una ponencia en una asociación que yo no
conocía entonces (AIER), en la Universidad Complutense y allí fuimos.
La vi de lejos.
En un aula magna tan enorme… yo en los asientos últimos,
ella en la palestra… sentada al lado de su alumno, me llamó la atención lo
pequeñita que se la veía, y lo grande que era en realidad.
Y pasó más tiempo.
Y a alguien se le ocurrió organizar un curso de verano sobre
Historia antigua ¡en PALENCIA!
Es la tierra de mi madre, y yo la había perdido
recientemente.
Fue como un homenaje hacia ella, un tratar de revivirla en
su tierra y allí me presenté.
Y me presenté aquel año…y el otro… y el otro…
La Historia Antigua me apasiona. Egipto y Roma en especial….
Pero no era esa la única causa de que yo volviera a Palencia
cada año (o a Aguilar de Campoo, Medina del Campo)…
Hay algo especial en aprender después de los 40, y yo hace
tiempo que los he cumplido.
Cuando ya has aprendido demasiado de la vida (y lo que me
queda), te apetece saber de otras cosas.
Entender por qué tu mundo conocido es así, el famoso “de dónde
venimos y a dónde vamos”.
A mi padre le apasionaba la Historia.
Aun le recuerdo leyendo alguna hoja de periódico que
entonces utilizaban para envolver pescado, o recogiéndola del suelo para
leerla.
Eran otros tiempos.
Entonces estudiar no era gratis.
No podías leer en una Tablet o en un móvil. No existían los
buscadores tipo Google y se le daba un valor distinto al conocimiento.
Disfrutabas aprendiendo y dando el valor que se merece al
que te enseña.
Al que pierde su tiempo explicándote el porqué de las cosas (otra vez el dónde vamos y de dónde venimos).
Al que pierde su tiempo explicándote el porqué de las cosas (otra vez el dónde vamos y de dónde venimos).
En los tiempos que le tocó vivir, no pudo estudiar
demasiado, pero recuerdo cómo disfrutaba con mis libros de la carrera. Si en
realidad él se los sabía de memoria.
Supongo que por eso, aquella persona menuda, en ese aula tan
grande me llamó la atención.
Y me la siguió llamando años más tarde, cuando la conocí en
persona.
Y disfrutaba escuchándola en la Complutense, en los cursos
de la Uned, en el museo del Traje.
Me apasionaba lo concienzuda que era en sus libros.
Me apasionaba lo concienzuda que era en sus libros.
Es fácil (¿?) hablar de Roma y sus conquistas…. De su república
y su imperio… de la influencia en el mundo que conocemos…
Pero ¿alguien sabe la importancia de las abejas en ese y
otros grandes imperios?
Recuerdo una ponencia de Pilar en la que hablaba de las
mujeres en Roma.
De las empresarias, costureras y zurcidoras que prestaban servicios en las propias casas de sus clientes, ornatrices, que vendía productos de belleza, vendedoras de joyas o perfumes…
Las que conforman la verdadera vida.
Lo cotidiano, lo que parece insignificante y que sin embargo no lo es.
De eso hablaba ella (además de todo lo demás, claro)
Lo cotidiano, lo que parece insignificante y que sin embargo no lo es.
De eso hablaba ella (además de todo lo demás, claro)
Y que, como soy tan rara, son las que más me llaman la
atención.
Siempre digo que Pilar, mi Seño, no me dio clase pero aun
así es mi maestra.
Y volviendo a lo importante (que me estoy enrollando), este
año se jubila.
Y había que hacerle un homenaje de sus alumnos.
Y nos pusimos a idear.
En realidad… Yo ya empecé a pensar cosas y a darle vueltas
al terminar el curso de Palencia del 2016. Aquel que hablaba sobre “Lazos
Invisibles. La Amistad en el Mundo Antiguo”
En Noviembre de ese mismo año (en las jornadas de AIER),
intentamos hablar con Pepe, el marido de Pilar, para remarcarle que tenían que
volver a Palencia este 2017.
Y surgió la idea de una tablilla romana, con una frase que
expresara nuestra amistad por “la Seño” y nuestra devoción hacia ella.
Y me puse a buscar.
Y encontré un par de sitios (en alemán) que podían
ayudarnos. Hasta les escribí (en español) demandando información. Y me
contestaron (en una mezcla de alemán, español e inglés).
Entonces se me ocurrió que mejor que una tablilla de cera,
podíamos encargar un mosaico.
Y volví a preguntar a los alemanes, que ya debían estar un
poco cansados de tanto mensajito.
Se lo comenté a mis compañeros (José Ángel y Antonio) y les
gustó la idea.
Yo ya empezaba a sospechar que no podría asistir este año al
curso (es lo que tiene tener una salud precaria) pero aun así me ofrecí
voluntaria para buscar información.
Encontré tres sitios en España (BIENNNN) y les mandé un e
mail.
Nos decidimos por dos de ellos y lo sometimos a votación entre los que querían participar
del homenaje.
Mientras, esta gente (los del mosaico) me pedían un boceto
de lo que quería.
Y me puse a buscar como loca una frase, que expresara lo que
queríamos decir.
Algo muy difícil.
Yo ya estaba de baja, aunque sentarme mucho tiempo al
ordenador me torturaba la espalda.
Y la encontré.
Y la encontré.
Y la sometimos a votación, que aquí somos todos muy
demócratas.
Y armándome de paciencia, intenté hacer un boceto con la
frase de Cicerón.
Y se la envié a los musivarios.
Y se la envié a los musivarios.
Y me contestaron ambos.
Y lo encargamos.
La mujer de José Ángel le dijo que se había confundido,
claro
Y menos mal que José Ángel se dio cuenta y salió corriendo a
buscar al transportista.
Ayssssss que casi lo devuelven.
Y allí estuvo el pobre mosaico, entre el resto de paquetes
de la mudanza que José Ángel y Mercedes estaban haciendo.
Mientras, y como mi cabeza sigue ideando cosas, se me
ocurrió buscar una tarjeta donde pudiéramos firmar sus alumnos.
Y la encontré.
Y a alguien se le ocurrió que podíamos poner la foto de sus alumnos como firma, en la tarjeta.
Y lo propusimos en ese chat que tenemos en wasap y que ha
bloqueado algunos móviles….
Y empezaron a llegar las fotos, y yo intentaba adaptarlas en una sola hoja.
Y empezaron a llegar las fotos, y yo intentaba adaptarlas en una sola hoja.
Pobrecitos….
Ya he dicho que yo no podía ir al curso, pero me acerqué el
sábado a comer con ellos para el homenaje.
Como estos chicos son muy majos… fueron a buscarme a la
estación, y desde allí me llevaron al Centro asociado de la Uned.
La seño… por el momento no sospechaba nada.
El Centro asociado quiso tener un detalle con Pilar.
Le entregaba una placa conmemorativa y unas flores.
Le entregaba una placa conmemorativa y unas flores.
Eso nos daba margen a nosotros, ya que Pilar creyó que ese
era su homenaje palentino…
Y nos fuimos a tomar el aperitivo.
Este año el curso trataba sobre la traición en Roma.
Nosotros no íbamos a traicionar a nadie (jejejejej) pero si
he de reconocer que la confabulación reinaba entre nosotros.
Teníamos que avisar a los que no sabían nada, de la que estábamos organizando. Necesitábamos su apoyo.
Teníamos que avisar a los que no sabían nada, de la que estábamos organizando. Necesitábamos su apoyo.
La Seño no se imaginaba nada… Como debía ser, claro.
Y nos fuimos a comer.
Un ambiente cordial y distendido. Íbamos avisando a los que
aún no lo sabían que iba a ocurrir algo.
Habíamos planeado que fuera a los postres… y así fue.
José Ángel se va a por el mosaico (que venía envuelto con
muuuuchas capas) y Antonio saca la tarjeta.
Pepe se empieza a dar cuenta de que allí va a ocurrir algo,
pero Pilar seguía entretenida ajena a lo que iba a suceder.
Y se hace el silencio…
Y José Ángel declara que vamos a terminar el curso con una
traición…
Bueno….
Con un engaño… con una sorpresa.
Bueno….
Con un engaño… con una sorpresa.
Y a Pilar se le cambia la cara.
Le explicamos que sus alumnos queríamos darle las gracias y
que se nos ocurrió hacerlo a “la romana”.
Una caja de madera con 8 tornillos…Y nosotros sin
destornillador.
Raúl empieza a intentarlo con una llave.
Mª José saca una especie de destornillador de plástico.
Lo intentamos con un cuchillo…
Hasta que el camarero trae un destornillador de estrella y
la ayudamos a descubrir que había dentro de aquel “sarcófago”.
Bueno…
Espero haberlo hecho bien.
Que los que no pudisteis estar, hayáis disfrutado un poco
viendo el proceso que llevó el homenaje que queríamos darle a nuestra Pilar.
Estuvimos unos pocos, pero detrás había mucha gente, que no pudo estar en persona pero estaba en espíritu.
Alumnos, amigos, discípulos… gente que la queremos y
queríamos demostrárselo.
¡¡GRACIAS SEÑO!! …
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario